El Cid acampa en la frontera de Castilla.
El Cid, después de signarse, a Dios se fue a encomendar mucho contento tenía del sueño que fue a soñar.
Otro día de mañana empiezan a cabalgar,
último día es del plazo, un día queda no más.
En la sierra de Miedes acampan a descansar,
a la derecha de Atienza, que es tierra de moros ya.