XXI. Lugar preliminar y final del castigo de los ángeles caídos (estrellas).

CAPÍTULO XXI.

1. Y procedí a donde las cosas estaban caóticas. 2. Y vi allí algo horrible: no vi un cielo arriba ni una tierra firmemente fundada, sino un lugar caótico y horrible. 3. Y allí vi siete estrellas del cielo unidas en él, como grandes montañas y ardiendo con fuego. 4. Entonces dije: '¿Por qué pecado están atados, y por qué motivo han sido arrojados aquí?' 5. Entonces dijo Uriel, uno de los santos ángeles, que estaba conmigo, y era el jefe sobre ellos, y dijo: 'Enoc, ¿por qué preguntas, y por qué estás ansioso por la verdad? 6. Estos son del número de las estrellas ⌈del cielo⌉, que han transgredido el mandamiento del Señor, y están atados aquí hasta diez mil años, el tiempo que conllevan sus pecados, se consuman.' 7. Y de allí fui a otro lugar, que era aún más horrible que el anterior, y vi una cosa horrible: un gran fuego allí que ardía y ardía, y el lugar estaba hendido hasta el abismo, estando lleno de grandes columnas descendentes de fuego: ni su extensión o magnitud podía ver, ni podía conjeturar. 8. Entonces dije: '¡Qué temible es el lugar y qué terrible de mirar!' 9. Entonces me respondió Uriel, uno de los santos ángeles que estaba conmigo, y me dijo: 'Enoc, ¿por qué tienes tanto miedo y espanto?' Y yo respondí: 'Por este lugar espantoso, y por el espectáculo del dolor.' 10. Y me dijo ⌈⌈a mí⌉⌉: 'Este lugar es la prisión de los ángeles, y aquí estarán presos para siempre.'

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