CAPÍTULO L.
1. Y en aquellos días tendrá lugar un cambio para los santos y elegidos,
Y la luz de los días morará sobre ellos,
Y la gloria y el honor se volverán hacia los santos,
2. En el día de la aflicción en que se habrá atesorado el mal contra los pecadores.
Y los justos serán victoriosos en el nombre del Señor de los Espíritus:
Y hará que los demás sean testigos (esto)
para que se arrepientan
Y deja las obras de sus manos.
3. No tendrán honor en el nombre del Señor de los Espíritus,
Sin embargo, por su nombre serán salvos,
Y el Señor de los Espíritus tendrá compasión de ellos,
Porque Su compasión es grande.
4. Y Él es justo también en Su juicio,
Y en la presencia de Su gloria tampoco la injusticia se mantendrá:
En Su juicio, los que no se arrepientan perecerán ante Él.
5. Y de ahora en adelante no tendré misericordia de ellos, dice el Señor de los Espíritus.