CAPÍTULO LXIII.
1. En aquellos días los poderosos y los reyes que poseen la tierra implorarán (a Él) que les conceda un pequeño respiro de Sus ángeles del castigo a quienes fueron entregados, para que puedan postrarse y adorar ante el Señor de los Espíritus, y confesar sus pecados ante Él. 2. Y ellos bendecirán y glorificarán al Señor de los Espíritus, y dirán:
'Bendito sea el Señor de los espíritus y el Señor de los reyes,
Y el Señor de los poderosos y el Señor de los ricos,
Y el Señor de la gloria y el Señor de la sabiduría,
3. Y espléndida en cada cosa secreta es Tu poder de generación en generación,
y tu gloria por los siglos de los siglos:
Profundos son todos Tus secretos e innumerables,
Y tu justicia es inconmensurable.
4. Ahora hemos aprendido que debemos glorificar
y bendecid al Señor de reyes, y al que es rey sobre todos los reyes.'
5. Y dirán:
Ojalá tuviéramos descanso para glorificar y dar gracias
¡Y confesar nuestra fe ante Su gloria!
6. Y ahora anhelamos un poco de descanso pero no lo encontramos:
Seguimos duro y no lo conseguimos:
y la luz se ha desvanecido ante nosotros,
Y las tinieblas son nuestra morada por los siglos de los siglos:
7. Porque no hemos creído delante de Él
Ni glorificaron el nombre del Señor de los espíritus, [ni glorificaron a nuestro Señor]
Pero nuestra esperanza estaba en el cetro de nuestro reino,
Y en nuestra gloria.
8. Y en el día de nuestro sufrimiento y tribulación no nos salvará,
Y no encontramos respiro para la confesión
Que nuestro Señor es veraz en todas sus obras, y en sus juicios y su justicia,
Y sus juicios no hacen acepción de personas.
9. Y perecemos de delante de Su rostro a causa de nuestras obras,
Y todos nuestros pecados son contados en justicia.'
10. Ahora se dirán a sí mismos: 'Nuestras almas están llenas de ganancias injustas, pero eso no nos impide descender de en medio de ellas a la †carga† del Seol.'
11. Y después de eso, sus rostros se llenarán de oscuridad.
y vergüenza ante aquel Hijo del Hombre,
y serán echados de su presencia,
Y la espada estará delante de su rostro en medio de ellos.
12. Así habló el Señor de los Espíritus: 'Esta es la ordenanza y el juicio con respecto a los poderosos y los reyes y los exaltados y los que poseen la tierra ante el Señor de los Espíritus.'