LXII. Juicio de Reyes y Poderosos: Bienaventuranza de los Justos.

CAPÍTULO LXII.

1. Y así mandó el Señor a los reyes ya los poderosos ya los exaltados ya los que moran en la tierra, y dijo: 'Abrid vuestros ojos y alzad vuestros cuernos si podéis reconocer al Elegido.'


2. Y el Señor de los Espíritus lo sentó en el trono de Su gloria,

Y el espíritu de justicia se derramó sobre él,

Y la palabra de su boca mata a todos los pecadores,

Y todos los injustos son destruidos de delante de su rostro.


3. Y allí se levantarán en ese día todos los reyes y los poderosos,

y los exaltados y los que tienen la tierra,

Y verán y reconocerán

cómo se sienta en el trono de su gloria,

Y la justicia es juzgada delante de él,

Y ninguna palabra mentirosa es pronunciada delante de él.


4. Entonces les sobrevendrá dolor como a mujer de parto,

[Y tiene dolor al dar a luz]

Cuando su hijo entre en la boca de la matriz,

Y tiene dolor al dar a luz.


5. Y una parte de ellos mirará a la otra,

y estarán aterrorizados,

y se abatirán de semblante,

y el dolor se apoderará de ellos,

Cuando vean a ese Hijo del Hombre

Sentado en el trono de su gloria.


6. Y los reyes y los poderosos y todos los que poseen la tierra bendecirán y glorificarán y exaltarán al que gobierna sobre todo, que estaba oculto.


7. Porque desde el principio el Hijo del Hombre estaba escondido,

Y el Altísimo lo guardó en la presencia de Su poder,

y lo reveló a los elegidos.


8. Y se sembrará la Congregación de los elegidos y santos.

Y todos los elegidos estarán delante de él en aquel día.


9. Y todos los reyes y los poderosos y los exaltados y los que gobiernan la tierra

caerán delante de él sobre sus rostros,

y adoran y ponen su esperanza en ese Hijo del Hombre,

Y pídele y suplica misericordia de sus manos.


10. Sin embargo, ese Señor de los Espíritus los presionará

que se apresuren a salir de su presencia,

y sus rostros se llenarán de vergüenza,

Y la oscuridad se hace más profunda en sus rostros.

11. Y los entregará a los ángeles para castigo,

para ejecutar venganza en ellos porque han oprimido a sus hijos y a sus escogidos

12. Y serán espectáculo para los justos y para sus escogidos:

se regocijarán por ellos,

Porque la ira del Señor de los espíritus reposa sobre ellos,

y su espada está ebria con la sangre de ellos.

13. Y los justos y los elegidos serán salvos en ese día,

Y nunca en adelante verán el rostro de los pecadores e injustos.


14. Y el Señor de los Espíritus morará sobre ellos,

Y con ese Hijo del Hombre comerán

y acuéstate y levántate por los siglos de los siglos.


15. Y los justos y los elegidos se levantarán de la tierra,

Y dejó de ser de semblante abatido.


16. Y serán revestidos de vestiduras de gloria,

Y estas serán las vestiduras de vida del Señor de los Espíritus:

y vuestros vestidos no se envejecerán,

Ni tu gloria pasará ante el Señor de los Espíritus.

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