LXXXIX. 28-40. Israel en el desierto, la entrega de la ley, la entrada en Palestina.

28. Pero las ovejas escaparon de esa agua y salieron a un desierto, donde no había agua ni hierba; y comenzaron a abrir los ojos ya ver; y vi al Señor de las ovejas apacentándolas y dándoles agua y pasto, ya esa oveja yendo y guiándolas. 29. Y esa oveja ascendió a la cumbre de esa alta roca, y el Señor de las ovejas se la envió. 30. Y después de eso vi al Señor de las ovejas que estaba delante de ellas, y Su apariencia era grande y terrible y majestuosa, y todas aquellas ovejas Lo vieron y temieron ante Su rostro. 31. Y todos temieron y temblaron a causa de Él, y gritaron a esa oveja con ellos [que estaba entre ellos]: 'No podemos estar delante de nuestro Señor ni contemplarlo.' 32. Y la oveja que los conducía volvió a ascender a la cima de esa roca, pero la oveja comenzó a cegarse ya desviarse del camino que él les había mostrado, pero esa oveja no lo sabía. 33. Y el Señor de las ovejas estaba muy enojado contra ellos, y esa oveja lo descubrió, y bajó de la cima de la roca, y vino a las ovejas, y encontró a la mayor parte de ellas ciegas y caídas. 34. Y cuando lo vieron, temieron y temblaron ante su presencia, y desearon volver a sus rediles. 35. Y esa oveja tomó otras ovejas consigo, y vino a aquellas ovejas que se habían caído, y comenzó a matarlas; y la oveja temía su presencia, y así esa oveja trajo de vuelta aquellas ovejas que se habían caído, y ellas regresaron a sus rediles. 36. Y vi en esta visión hasta que esa oveja se convirtió en hombre y edificó una casa para el Señor de las ovejas, y colocó todas las ovejas en esa casa. 37. Y vi hasta que esta oveja que había encontrado a la oveja que las guiaba se durmió; y vi hasta que perecieron todas las ovejas grandes y las pequeñas se levantaron en su lugar, y llegaron a un pasto, y se acercaron a un arroyo de agua. 38. Entonces aquella oveja, su líder que se había hecho hombre, se apartó de ellos y se durmió, y todas las ovejas la buscaron y lloraron sobre ella con gran llanto. 39. Y vi hasta que dejaron de llorar por esa oveja y cruzaron ese arroyo de agua, y allí se levantaron las dos ovejas como líderes en el lugar de aquellos que las habían conducido y se durmieron (lit. 'se durmieron y los dejaron '). 40. Y vi hasta que las ovejas llegaron a un buen lugar, y una tierra agradable y gloriosa, y vi hasta que esas ovejas estuvieron satisfechas; y esa casa estaba entre ellos en la tierra agradable.

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