CAPÍTULO XC.
1. Y vi hasta que de esta manera treinta y cinco pastores emprendieron el pastoreo (de las ovejas), y ellos separadamente completaron sus períodos como lo hizo el primero; y otros las recibieron en sus manos, para apacentarlas en su tiempo, cada pastor en su tiempo. 2. Y después de eso vi en mi visión todas las aves del cielo que venían, las águilas, los buitres, los milanos, los cuervos; pero las águilas guiaban a todas las aves; y comenzaron a devorar aquellas ovejas, y a sacarles los ojos ya devorar su carne. 3. Y las ovejas gritaban porque su carne estaba siendo devorada por las aves, y en cuanto a mí, miré y me lamenté en sueños por ese pastor que apacentaba las ovejas. 4. Y vi hasta que esas ovejas fueron devoradas por los perros, las águilas y los milanos, y no les quedó carne, ni piel, ni tendones, hasta que solo quedaron allí sus huesos: y sus huesos también cayeron a tierra y las ovejas se hicieron pocas. . 5. Y vi hasta que veintitrés habían emprendido el pastoreo y completado en sus varios períodos cincuenta y ocho veces.