XCV. El dolor de Enoc: nuevas aflicciones contra los pecadores.

CAPÍTULO XV.


1. ¡Oh, que mis ojos fueran [una nube de] aguas

para que pueda llorar por ti,

Y derrama mis lágrimas como una nube †de† aguas:

¡Para que pueda descansar de mi angustia del corazón!


2. †¿Quién os ha permitido practicar vituperios e iniquidades?

Y así os alcanzará el juicio, pecadores.†


3. No temáis a los pecadores, vosotros justos;

Porque de nuevo el Señor los entregará en vuestras manos,

para que podáis ejecutar juicio sobre ellos según vuestros deseos.


4. ¡Ay de vosotros que fulmináis anatemas que no pueden ser revocados!

La curación, pues, estará lejos de vosotros a causa de vuestros pecados.


5. ¡Ay de vosotros que devolvéis a vuestro prójimo con mal;

Porque seréis recompensados conforme a vuestras obras.


6. ¡Ay de vosotros, testigos mentirosos!

Y a los que sopesan la injusticia,

Porque de repente pereceréis.


7. ¡Ay de vosotros, pecadores, porque perseguís a los justos!

Porque seréis entregados y perseguidos a causa de la injusticia,

y pesado será su yugo sobre vosotros.

Share on Twitter Share on Facebook