En el sistema representativo, aún con el mejorado con el referéndum, no existe expresión de la voluntad popular, ni del control popular por la falta de educación y ocio y también la indiferencia del pueblo hacia los asuntos tratados por la falta de interés que despiertan.
Las elecciones municipales son lo más cercano a la expresión popular porque sus asuntos les atańen directamente, pero no está exento del engańo y la manipulación.
El Estado implica violencia, explotación e injusticia erigidas en sistema y transformadas en fundamento de la sociedad. La única moralidad del Estado es su auto-preservación y poder omnímodo, interés ante el cual la humanidad debe arrodillarse. El Estado es la negación de la humanidad en dos sentidos: niega la justicia y la libertad humanas y representa una brecha violenta en la solidaridad universal.
El Estado mundial, intentado, siempre ha fracasado por lo que siempre existirán varios Estados, los cuales tienen la meta de auto-preservarse en detrimento de los otros. Se deduce que su existencia implica una guerra perpetua, la negación violenta de la humanidad.
Para el logro de la libertad, justicia y paz, se debe tender a la destrucción de los Estados y el establecimiento de una Federación Universal de Asociaciones Libres de los países de todo el mundo.