13 Poder y autoridad, absolutamente dańino.

El germen del poder, presente en todos los hombres, se desarrolla en algunos debido a las condiciones sociales propicias que encuentra. Estas son: la ignorancia, apatía del pueblo y el servilismo de las masas que no se despiertan y accionan su propia inteligencia. Así se puede concluir que la sociedad misma crea a sus explotadores y opresores que llenan el vacío que dejan los otros.

A nadie debe confiársele el poder, pues cualquier individuo investido de autoridad debe, por la fuerza de una ley social inmutable, convertirse en opresor y explotador de la sociedad.

Dictadura de los científicos: aunque estuviera imbuida de las mejores intenciones sería perjudicial porque:

-la ciencia es siempre imperfecta e incompletas sus conclusiones

-una sociedad que aceptara las normas sin razonarlas, sino porque emanan de una academia científica, será una sociedad de bestias y no de hombres

-investida de poder absoluto acabaría corrompiéndose.

Un hombre privilegiado política y económicamente es un hombre intelectual y moralmente depravado. Es una ley social sin excepción. Es la ley de la igualdad.

Agotados los argumentos de la autoridad divina y de la razón doctrinaria para el ejercicio de la autoridad y el poder, se recurre a una organización estatal basada en la burocracia, la policía y un ejercito permanente.

La igualdad, fraternidad y solidaridad humanas surgirán de una nueva razón joven, despojada de teología y metafísica, que no tendrá sacerdotes, ni profesores, porque surgirá de cada uno y de todos destruyendo el principio de autoridad divino y humano.

Sólo se reconocerá la autoridad de aquél que tenga los conocimientos específicos para cada tema, pero sin prescindir del tamiz crítico en cada ocasión de cada uno. El zapatero tiene autoridad para arreglar zapatos, etc. Pero no hay autoridad infalible ni monopólica, me inclino ante su autoridad porque me la impone mi propia razón.

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