Escuelas y universidades se han convertido en mercados de privilegio donde se venden falsedades.
Teología: ciencia de la divina falsedad
Jurisprudencia: ciencia de la falsedad humana, etc. Son ciencias aristocráticas y autoritarias.
Pero la historia, la economía, la filosofía y la política están igualmente falseadas por carecer de una base científica natural y estar basadas en la teología, la metafísica y la jurisprudencia.
Ciencias exactas y naturales: tienen base científica, conocimiento exacto, utilizan el análisis y el razonamiento democrático, son liberales y revolucionarias.
La educación y la ciencia son privilegio de la burguesía y están a su servicio, lo mismo que el arte, la industria, el comercio y el crédito.
Esto abre una brecha entre una minoría educada y la masa inculta sometida a la explotación. Esta minoría rica tiene acceso al conocimiento y el conocimiento, oportunidad de enriquecerse más.
El pueblo, sin la ciencia, puede hacer revoluciones, pero no erigir sobre ellas la igualdad de los derechos, la justicia y la libertad.