Los buhos

 

Bajo los techos negros que los abrigan,

Los búhos se mantienen alineados,

Como dioses extraños,

Clavando su mirada roja. Meditan.

Sin moverse se mantendrán

Hasta la hora melancólica

En que, empujando el sol oblicuo,

Las tinieblas se establezcan.

Su actitud, por sabia, enseña

Que es preciso en este mundo que tema

El tumulto y el movimiento;

El hombre embriagado por la sombra que pasa

Lleva siempre el castigo

De haber querido cambiar de sitio.

 

 

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