XV

Cendal flotante de leve bruma,

rizada cinta de blanca espuma,

rumor sonoro

de arpa de oro,

beso del aura, onda de luz,

                                 eso eres tú.

¡Tú, sombra aérea que cuantas veces

voy a tocarte te desvaneces

como la llama, como el sonido,

como la niebla, como un gemido

                               del lago azul!

En mar sin playas onda sonante,

en el vacío cometa errante,

largo lamento

del ronco viento,

ansia perpetua de algo mejor,

                                 eso soy yo.

¡Yo, que a tus ojos en mi agonía

los ojos vuelvo de noche y día;

yo, que incansable corro y demente

tras una sombra, tras la hija ardiente

de una visión!

Share on Twitter Share on Facebook