Jornada II

(Salen AMÓN, TAMAR y ELIAZ[E]R.)

AMÓN

Vete de aquí, salte fuera,

veneno en taza dorada,

sepulcro hermoso de fuera,

arpía que en rostro agrada

siendo una asquerosa fiera.

Al basilisco retratas,

ponzoña mirando arrojas

y mi juventud maltratas,

pues crüelmente me matas

con tan mortales congojas.

¿Que yo te quise es posible?

¿Que yo te tuve afición,

fruta de Sodoma horrible,

en la médula carbón

si en la corteza apacible?

Sal fuera, que eres horror

de mi vida, y su escarmiento.

Vete, que me das temor

y es más mi aborrecimiento

que fue mi primero amor.

¡Hola! Echádmela de aquí.

TAMAR

Mayor ofensa e injuria

es la que haces contra mí

que fue la amorosa furia

de tu torpe frenesí.

¿Cómo burlan tus antojos

a quien se empleó en servirte

y me das tales enojos?

AMÓN

¡Quién, por no verte y oírte,

sordo quedara y sin ojos!

¿No te quieres ir, mujer?

TAMAR

¿Dónde iré sin honra, ingrato,

ni quién me querrá acoger,

siendo mercader sin trato

deshonrada una mujer?

Haz de tu hermana más cuenta,

ya que de ti no la has dado,

que en cadenas del pecado

perece quien las aumenta

en su yerro aprisionado.

Tahúr de mi honor has sido:

ganado has por falso modo

joya que en vano te pido.

Quítame la vida y todo,

pues ya lo más he perdido.

No te levantes tan presto,

pues es mi pérdida tanta

que, aunque [al] que pierde es molesto,

el noble no se levanta

mientras en la mesa hay resto.

Resto hay de la vida, ingrato;

pero es vida sin honor,

y así de perderla trato:

acaba el juego, traidor,

dame la muerte en barato.

AMÓN

Infierno, ya no de fuego

pues helado me atormentas,

sierpe, monstruo, vete luego.

TAMAR

El que pierde sufre afrentas

porque le mantengan juego:

mantenme juego, tirano,

hasta acabar de perder

lo que queda. Alza, villano,

la mano: quítame el ser

y ganarás por la mano.

AMÓN

¿Viose tormento como éste?

¡Hola! ¿No hay ninguno ahí?

¿Qué desatino es aqueste?

(Llega[n] ELIAZ[E]R y JONADAB.)

ELIAZ[ER]

Señor...

AMÓN

Echadme de aquí

esta víbora, esta peste.

ELIAZ[E]R

¿Víbora y peste? ¿Qué es della?

AMÓN

Llevadme aquesta mujer,

cerrad la puerta tras ella.

JONADAB

(Aparte.)

(Carta Tamar vino a ser,

leyóla, y quiere rompella).

AMÓN

Echadla en la calle.

TAMAR

Así

estaré bien; que es razón,

ya que el delito fue aquí,

que por ellas dé un pregón

mi deshonra contra ti.

AMÓN

Voyme por no te atender.

(Vase.)

JONADAB

¡Extraño caso, Eliaz[e]r!

¿Tal odio tras tanto amar?

TAMAR

Presto, villano, has de ver

las venganzas de Tamar.

(Vanse y sale[n] ABSALÓN y ADONÍAS.)

ABSALÓN

Si no fueras mi hermano, o no estuvieras

en palacio, ambicioso, brevemente

hoy con la vida, bárbaro, perdieras

el deseo atrevido e imprudente.

ADONÍAS

Si en tus venas la sangre no tuvieras

con que te honró mi padre indignamente,

yo hiciera que, quedándose vacías,

de púrpura calzaran a Adonías.

ABSALÓN

¿Tú pretendes reinar, loco, villano?

¿Tú, muerto Amón del mal que le consume,

subir al trono aspiras soberano

que en doce tribus su valor [resume]?

¿Que soy, no sabes, tu mayor hermano?

¿Quién competir con Absalón presume,

a cuyos pies ha puesto la ventura

el valor, la riqueza y la hermosura?

ADONÍAS

¡Si el reino israelita se heredara

por el más delicado, tierno y bello,

aunque no soy yo monstruo en cuerpo y cara,

a tu yugo humillara el reino el cuello:

cada tribu hechizada se enhilara

en el oro de Ofir de tu cabello,

y, convirtiendo hazañas en deleites,

te pecharan en cintas y en afeites.

Redujeras a damas tu consejo,

a trenzas tu corona y a un estrado

el solio de tu triste padre viejo,

las armas a la holanda y al brocado:

por escudo tomaras un espejo

y de tu misma vista enamorado,

en lugar de la espada, a quien me aplico,

esgrimieras tal vez el abanico.

Mayorazgo te dio Naturaleza

con que los ojos de Israel suspendes;

el cielo ha puesto renta en tu cabeza

pues tus madejas a las damas vendes

cada año, haciendo esquilmo tu belleza:

que han de aliviarla de tu pelo entiendes,

repartiendo por tiendas su tesoro

le compran en doscientos siclos de oro.

De tu belleza ser el rey procura:

déjame a mí a Israel, que haces agravio

a tu delicadeza, a tu blandura...

ABSALÓN

Cierra, villano, el atrevido labio;

que el reino se debía a la hermosura,

a pesar de tu envidia, dijo un sabio:

señal que es noble el alma que está en ella,

que el huésped bello habita en casa bella.

Cuando mi padre al enemigo asalta,

no me quedo en la corte, dando al ocio

lascivos daños, ni el valor me falta

que con mis hechos quilatar negocio.

Mi acero incircuncisa sangre esmalta:

la guerra, que jubila al sacerdocio,

en mis hazañas enseñar procura

qué bien dice el valor con la hermosura.

Mas, ¿para qué lo que es tan cierto

[he puesto

en duda con razones? Haga alarde

la espada contra quien te has descompuesto,

verás si, por hermoso, soy cobarde.

ADONÍAS

Por adorno no más te la habrás puesto:

no la saques, así el amor te guarde;

que te desmayarás si la ves fuera.

ABSALÓN

Si no saliera el Rey...

ADONÍAS

Si no saliera...

(Salen DAVID y SALOMÓN.)

DAVID

Bersabé, vuestra madre, me ha pedido

por vos, mi Salomón: creced, sed hombre,

que si amado de Dios, sois el querido,

conforme significa vuestro nombre,

yo espero en Él que al trono real subido

futuros siglos vuestra fama asombre,

SALOMÓN

Vendráme, gran señor, esa alabanza

por ser de vos retrato y semejanza.

DAVID

Príncipes...

ABSALÓN

Gran señor...

DAVID

¿En qué se entiende?

ADONÍAS

La paz ocupa el tiempo en novedades.

Galas la mocedad al gusto vende,

si el desengaño a la vejez verdades.

ABSALÓN

La caza, que del ocio nos defiende,

nos convida a buscar las soledades:

ésta trazamos y, tras ella, fiestas.

¡Válgame Dios! ¿Qué voces son aquestas?

(Sale TAMAR llorando.)

TAMAR

Gran monarca de Israel,

descendiente del león

que, para vengar injurias,

dio ayuda al nuevo Jacob;

si lágrimas, si suspiros,

si mi compasiva voz

si delito y menosprecio

te mueven a compasión,

y cuando aquesto no baste,

ni el ser hija tuya yo,

a que castigues te incita

al que tu sangre afrentó:

por los ojos vierto el alma,

luto traigo por mi honor,

suspiros al cielo arrojo,

de inocencia vengador.

Cubierta está mi cabeza

de ceniza; que un amor

desatinado, si es fuego,

sólo deja en galardón

cenizas que lleva el aire;

mas, aunque cenizas son,

no quitan la mancha de honra,

sangre sí, que es buen jabón.

La mortal enfermedad

del torpe príncipe Amón

peste de mi honra ha sido,

su contagio me pegó.

Que le guisase mandaste

alguna cosa a sabor

de su villano apetito:

¡ponzoña fuera mejor!

Sazonéle una sustancia;

mas las sustancias no son

de provecho, si se oponen

accidentes de pasión.

Estaba el hambre en el alma,

y en mi desdicha guisó

su desvergüenza mi agravio:

sazonóle la ocasión;

y sin advertir mis quejas

ni el proponelle que soy

su estado, su ley, su Dios,

echando la gente fuera,

a puerta cerrada entró

en el templo de la fama

y sagrado de mi honor.

Aborrecióme ofendida:

no me espanto; que al fin son

enemigas declaradas

la esperanza y posesión.

Echóme injuriosamente

de su casa el violador,

oprobios por gustos dando:

¡paga, al fin, de tal señor!

Deshonrada, por sus calles

tu corte mi llanto vio:

sus piedras se compadecen,

cubre sus rayos el sol

entre nubes, por no ver

caso tan fiero y atroz:

todos te piden justicia,

¡justicia, invicto señor!

Dirás que es Amón tu sangre:

el vicio la corrompió.

Sángrate della, si quieres

dejar vivo tu valor.

Hijos tienes herederos,

semejanza tuya son

en el esfuerzo y virtudes:

no dejes por sucesor

quien, deshonrando a su hermana,

menosprecia tu opinión;

pues mejor afrentará

los que sus vasallos son.

Ea, sangre generosa

de Abraham, que su valor

contra el inocente hijo

el cuchillo levantó:

uno tuvo, muchos tienes,

inocente fue, Amón, no.

A Dios sirvió así Abraham,

así servirás a Dios.

Véncete, Rey, a ti mismo:

la justicia a la pasión

se anteponga, que es más gloria

que hacer piezas un león.

Hermanos, pedid conmigo

justicia. Bello Absalón,

un padre nos ha engendrado,

una madre nos parió.

A los demás no les cabe

de mi deshonra y baldón

sino sola la mitad

mis medios hermanos son.

Vos lo sois de padre y madre:

entera satisfacción

tomad, o en eterna afrenta

vivid sin fama desde hoy.

Padre, hermanos, israelitas,

cielos, astros, luna, sol,

brutos, peces, aves, fieras,

elementos cuantos sois,

justicia os pido a todos de un traidor

de su ley y su hermana violador.

tu hija, Rey, y su hermana,

DAVID

Alzad, mi Tamar, del suelo.

Llamadme al príncipe Amón.

¿Esto es, ¡cielos!, tener hijos?

Mudo me deja el dolor:

lágrimas serán palabras

que expliquen al corazón.

Rey me llama la justicia,

padre me llama el amor,

uno obliga y otro impele:

¿cuál vencerá de los dos?

ABSALÓN

Hermana... (¡nunca lo fueras!),

da lugar a la razón,

pues no se halla en la venganza

medio que enmiende el error.

Amón es tu hermano y sangre;

a sí mismo se afrentó:

puertas adentro se quede

mi agravio y tu deshonor.

Mi hacienda está en Efraín,

granjas tengo en Balhasor,

casas fueron de placer,

ya son casas de dolor.

Vivirás conmigo en ellas,

que mujer sin opinión

no es bien que en la corte habite

muerta su reputación.

Vamos a ver si los tiempos

tan sabios médicos son

que con remedio de olvidos

den alivio a tu dolor.

TAMAR

Bien dices: viva entre fieras

quien entre hombres se perdió;

que, a estar con ellas, es cierto

que no muriera mi honor.

(Vase.)

ABSALÓN

(Aparte.)

Incestüoso, tirano,

presto cobrará Absalón,

quitándote el reino y vida,

debida satisfacción.

(Vase.)

ADONÍAS

A tan portentoso caso

no hay palabras, no hay razón

que aconsejen y consuelen.

Triste y confuso me voy.

(Vase.)

SALOMÓN

(Aparte.)

La infanta es hermana mía,

del príncipe hermano soy,

la afrenta de Tamar siento,

temo el peligro de Amón.

El Rey es santo y prudente,

el suceso causa horror:

más vale dar con el tiempo

lugar a la admiración.

(Vase.)

(Quédase DAVID solo y sale AMÓN.)

AMÓN

(Aparte.)

El Rey mi señor me llama:

¿iré ante el Rey mi señor?

¿Su cara osaré mirar

sin vergüenza ni temor?

Temblando estoy a la nieve

de aquellas canas; que son

los pecados frías cenizas

del fuego que encendió amor.

¡Qué ambicioso antes del vicio

anda siempre el pecador!,

y en pecando ¡qué cobarde!

DAVID

Príncipe...

AMÓN

A tus pies estoy.

DAVID

(Aparte.)

(No ha de poder la justicia

aquí más que la afición.

Soy padre. También soy rey.

Es mi hijo. Fue agresor.

Piedad sus ojos me piden,

la infanta satisfacción.

Prenderéle en escarmiento

deste insulto. Pero no.

Levántase de la cama:

de su pálido color

sus temores conjeturo.

Pero ¿qué es de mi valor?

¿Qué dirá de mi Israel

con tan necia remisión?

Viva la justicia, y muera

el príncipe violador).

(Alto.)

Amón...

AMÓN

Amoroso padre

DAVID

(Aparte.)

(El alma me traspasó.

¡Padre amoroso me llama!

Socorro pide a mi amor.

Pero muera).

(Alto.)

¿Cómo estáis?

AMÓN

Piadoso padre, mejor.

(Sale ABSALÓN al paño.)

DAVID

(Aparte.)

En mirándole, es de cera

mi enojo deshecho al sol.

Adulterio y homicidio

siento tal, me perdonó

el justo Juez, porque dije

un pequé de corazón.

Venció en Él a la justicia

la piedad; su imagen soy:

el castigo es mano izquierda,

mano derecha el perdón;

pues sea izquierdo el defecto.

(Alto.)

Mirad, príncipe, por vos,

cuidad de vuestro regalo.

(Aparte.)

¡Ay prenda del corazón!

(Vase.)

AMÓN

¡Oh poderosas hazañas

del amor, único Dios,

que hoy a David han vencido,

siendo Rey y vencedor!

Que mirase por mí dijo;

tiernamente me avisó;

el castigo del prudente

es la tácita objeción.

Temió darme pesadumbre:

por entendido me doy.

Yo pagaré amor tan grande

con no ofenderle desde hoy.

(Vase.)

ABSALÓN

¡Que una razón no le dijo

en señal de sus enojos!

¡Ni un severo mirar de ojos!

Hija es Tamar si él es hijo.

Mas no importa; que yo elijo

la justa satisfacción;

que a mi padre la pasión

de amor ciega: pues no ve,

con su muerte cumpliré

su justicia y [mi] ambición.

No es bien que reine en el mundo

quien no reina en su apetito:

en mi dicha y su delito

todo mi derecho fundo.

Si yo soy del Rey segundo,

ya por sus culpas primero,

hablar a mi padre quiero

y del sueño despertalle

con que ha podido hechizalle

Amor, siempre lisonjero.

(Estará una corona sobre un bufete.)

Allí está. Pero ¿qué es esto?

¿La corona en una fuente

con que ciñe la real frente

mi padre, grave y compuesto?

La mesa el plato me ha puesto

que ha tanto que he deseado:

debo de ser convidado.

Si el reinar es tan sabroso

como afirma el ambicioso,

no es de perder tal bocado.

Amón no os ha de gozar,

cerco en que mi gusto encierro;

que sois de oro, y fue de hierro

el que deshonró a Tamar.

(Toma la corona.)

Mi cabeza quiero honrar

con vuestro círculo bello;

mas rehusaréis el hacello,

pues aunque en ella os encumbre,

temblaréis de que os deslumbre

el oro de mi cabello.

(Pónesela.)

Bien está: vendréisme así

nacida, y no digo mal,

pues nací de sangre real,

y vos nacéis para mí.

¿Sabréos yo merecer? Sí.

¿Y conservaros? También.

¿Quién hay en Jerusalén

que lo estorbe? Amón. Matalle.

(Al paño DAVID.)

Mi padre querrá vengalle.

Matar a mi padre...

DAVID

¿A quién?

ABSALÓN

(Aparte.)

(¡Ah cielos!) A quien no es

vasallo de Vuestra Alteza.

(Arrodíllase.)

(Sale DAVID.)

DAVID

Con corona en la cabeza

no dices bien a mis pies.

ABSALÓN

Pienso heredarte después

que anda el príncipe indispuesto.

DAVID

Hástela puesto muy presto:

no serás sucesor suyo,

que desa corona arguyo

que, como llega a valer

un talento, es menester

mayor talento que el tuyo.

En fin, ¿me quieres matar?

ABSALÓN

¿Yo?

DAVID

¿No acabas de decillo?

ABSALÓN

Si llegaras bien a oíllo

mi amor habías de premiar.

Si es que llegara a reinar

dije, hoy en Jerusalén,

mi enojo probara quien

fama por traidor adquiere

y, por ser tirano, quiere

matar a mi padre.

DAVID

Bien.

Pues, ¿quién hay a quien le cuadre

tal título?

ABSALÓN

Pienso yo

que el que a su hermana forzó

también matará a su padre.

DAVID

Por ser los dos de una madre

contra Amón te has indignado;

pues ten por averiguado

que quien fuere su enemigo

no ha de tener paz conmigo.

ABSALÓN

Sin razón te has enojado.

Sólo yo te hallo crüel.

DAVID

¿Qué mucho, si tú lo estás

con Amón?

ABSALÓN

No le ama más

que yo nadie en Israel;

antes, gran señor, con él

y los príncipes, quisiera

que Vuestra Alteza viniera

al esquilmo que ha empezado

en Balhasor mi ganado,

y que esta merced me hiciera.

Tan lejos de desatino

y venganzas necias vengo,

que allí banquete prevengo

de tales personas dino.

Honre nuestro vellocino

vuestra presencia, señor,

y divierta allí el dolor

que le causa este suceso:

conocerá que intereso

en granjear sólo su amor.

DAVID

Tú fueras el fénix del

si estas cosas olvidaras

y al príncipe perdonaras

no vil Caín, sino Abel.

ABSALÓN

Si hiciere memoria del,

plegue a Dios que me haga guerra

cuanto el sol dorado encierra,

y contra ti rebelado,

de mis cabellos colgado

muera entre el cielo y la tierra.

DAVID

Si eso cumples, mi Absalón,

mocedades te perdono:

con los brazos te corono,

que mejor corona son.

ABSALÓN

En mis labios tus pies pon,

y añade a tantas mercedes,

porque satisfecho quedes,

señor, el venir a honrar

mi esquilmo, pues da lugar

la paz, y alegrarte puedes.

DAVID

Harémoste mucho gasto:

no, hijo, guarda tu hacienda.

El reino pide que atienda

la vejez que en canas gasto.

ABSALÓN

Pues a obligarte no basto

a esta merced, da licencia

que, supliendo tu presencia

Adonías, Salomón,

hagan, yendo con Amón,

de mi amor noble experiencia.

DAVID

¿Amón? Eso no, hijo mío.

ABSALÓN

Si melancólico está,

sus penas divertirá

el ganado, el campo, el río.

DAVID

Temo que algún desvarío

dé nueva causa a mi llanto.

ABSALÓN

De la poca fe me espanto

que tiene mi amor contigo.

DAVID

La experiencia en esto sigo;

que cuando con el disfraz

viene el agravio de paz

es el mayor enemigo.

ABSALÓN

Antes el gusto y regalo

que he de hacelle ha de abonarme:

en esto pienso esmerarme.

DAVID

Nunca el recelar fue malo.

ABSALÓN

¡Plegue al cielo que sea un palo

alguacil que me suspenda,

cuando yo al príncipe ofenda!

No me alzaré de tus pies,

padre, hasta que a Amón me des.

(De rodillas.)

DAVID

Del alma es la mejor prenda;

pero en fe de que me fío

de ti, yo te lo concedo.

ABSALÓN

Cierto ya de tu amor quedo.

(Aparte.)

DAVID

¿De qué dudáis, temor frío?

ABSALÓN

Voyle a avisar.

DAVID

Hijo mío,

al olvido agravios pon.

ABSALÓN

No temas.

DAVID

¡Ay mi, Absalón!

Lo mucho que te amo pruebas.

ABSALÓN

Adiós.

DAVID

Mira que me llevas

la mitad del corazón.

(Vanse.)

(Salen TAMAR, y TEUCA cubiertos los rostros, y algunos PASTORES cantando.)

PASTORES

Al esquilmo ganaderos,

que balan las ovejas y los corderos.

Ganaderos, a esquilar,

que llama a los pastores el mayoral.

PASTOR 1.º

Dichosas serán desde hoy

las reses que en el Jordán

cristales líquidos beben,

y en tomillos pacen sal.

Ya con vuestra hermosa vista

yerba el prado brotará,

por más que la seque el sol,

pues vos sus campos pisáis.

¿De qué estáis tan dolorosa,

hermosísima Tamar,

pues con vuestros ojos bellos

estos montes alegráis?

Si dicen que está la corte

doquiera que el Rey está

y vos sois reina en [belleza],

la corte es ésta, no hay más.

Ea, infanta, entreteneos

y esa hermosura mirad

en las aguas, que os ofrecen

por espejo su cristal.

TAMAR

Temo de mirarme en ellas.

PAST[OR] 1.º

Si es por no os enamorar

de vos misma, bien hacéis:

un ángel os trajo acá.

Pero asomaos con todo eso:

veréis cómo os retratáis

en la tabla deste río,

si en ella vos os miráis;

y haréis un cuadro valiente,

que, porque le guarnezcáis,

las flores de oro y azul

de marco le servirán.

Honradla, miraos en ella.

TAMAR

Aunque hermosa me llamáis,

tengo una mancha afrentosa:

si la veo, he de llorar.

PAST[OR] 1.º

¿Mancha tenéis? Y aun por eso,

que aquí los espejos que hay,

si mancha muestran, la quitan,

enseñando a la amistad.

Allá los espejos son

sólo para señalar

faltas que, viéndose en vidrio,

con ellas en rostro dan.

Acá son espejos de agua,

que a los que a mirarse van,

muestran la mancha y la quitan

en llegándose a lavar.

TAMAR

Si agua esta mancha quitara,

harta agua mis ojos dan:

sólo a borralla es bastante

la sangre de un desleal.

PAST[OR] 1.º

No vi en mi vida tal muda:

miel virgen afeita acá;

que ya hasta las caras venden

postiza virginidad.

¿Son pecas?

TAMAR

(Aparte.)

Pecados son.

PAST[OR] 1.º

Cubridlas con solimán.

TAMAR

No queda, pastor, por eso:

toda yo soy rejalgar.

PAST[OR] 1.º

¿Es algún lunar acaso

que con la toca tapáis?

TAMAR

(Aparte.)

No se muda cual la luna.

No es la deshonra lunar.

PAST[OR] 1.º

Pues sea lo que se fuere,

pardiez, que hemos de cantar

y aliviar la pesadumbre,

que es locura lo demás.

Pero Teuca viene allí,

y pienso que de cortar

unas flores del jardín.

TAMAR

Todo es tristeza y pesar.

(Trae TEUCA unas flores en un cestillo.)

PAST[OR] 1.º

Teuca, aunque te descubras,

segura puedes estar

de que el sol no ha de abrasarte;

bien te conoce de allá.

TEUCA

Todas estas flores bellas

a la primavera he hurtado;

que, pues de amor son traslado,

competir podéis con ellas.

Lleno viene este cestillo

de las más frescas y hermosas

hierbas, jazmines y rosas,

desde el clavel al tomillo.

Aquí está la manutisa,

la estrellamar turquesada,

con la violeta morada

que amor, porque fue, la pisa.

[Tomaldos], que son despojos

del campo, y juntad con ellos

labios, aliento y cabellos,

pecho, frente, cejas y ojos.

(Dale un ramillete [a TAMAR].)

TAMAR

Todas las que abril esmalta

pierden en mí su color,

amiga, porque la flor

que más me importa me falta.

TEUCA

¡Qué presto te has de vengar!

TAMAR

Ese es todo mi consuelo,

y si no, trágueme el suelo.

TEUCA

Bien te puedes consolar.

PAST[OR] 1.º

Alegráos, ¿en qué pensáis?

TAMAR

Me parece que han venido

los príncipes que han querido

honrarnos hoy.

PAST[OR] 1.º

¿Qué aguardáis?

Mientras el convite pasa,

al soto apacible vamos

y de flores, hierba y ramos

entapicemos la casa.

PAST[OR] 2.º

Tiene Cardenio razón:

démonos prisa, pastores;

pero ¿qué ramos y flores

hay como ver a Absalón?

(Vanse [los PASTORES].)

TAMAR

Teuca, vámonos de aquí.

TEUCA

¿Para qué? Bien disfrazada

estás.

TAMAR

Di mal injuriada

¡No puedo caber en mí!

(Salen ABSALÓN, ADONÍAS, SALOMÓN, AMÓN, AQUITOFEL y JONADAB, de caza.)

AMÓN

Bello está el campo.

ABSALÓN

Es el mayo

el [mes] galán, todo es flor.

JONADAB

A lo menos labrador,

según ajirona el sayo.

AMÓN

Oye, que hay aquí serranas.

JONADAB

Y no de mal talle y brío.

ABSALÓN

De mi hacienda son, y os fío

que envidian las cortesanas

el aseo y hermosura.

AMÓN

Bien haya quien la belleza

debe a la Naturaleza,

no al afeite y compostura.

ABSALÓN

Esta es mujer tan curiosa,

que de lo futuro avisa,

tiénenla por fitonisa

estos rústicos.

SALOMÓN

¿Y es cosa

de importancia?

AMÓN

Desta gente

hacer caso es vanidad;

tal vez dirá una verdad

y después mil veces miente

Mas, ¿por qué están embozadas?

ABSALÓN

Es una hermosa pastora

la una que injurias llora

y la imitan las criadas.

JONADAB

Ella tiene buena flema.

AMÓN

¿No la veremos?

ABSALÓN

No quiere,

mientras sin honra estuviere,

descubrirse.

JONADAB

¡Lindo tema!

AMÓN

Ahora bien, con vos me entiendo.

Llegáos, mi serrana, acá.

TEUCA

Su Alteza pretenderá

y después iráse huyendo.

AMÓN

Bien parecéis, adivina.

Llena de flores venís.

¿Por qué no las repartís

si el ser cortés os inclina?

TEUCA

Estos prados son teatro

que representa a Amaltea;

mas porque queja no sea

a cada cual de los cuatro

tengo de dar una flor.

AMÓN

¿Y esotra serrana en duda

tal? ¿Cómo no habla?

TEUCA

Está muda.

AMÓN

¿Mudas hay acá?

TEUCA

De honor.

AMÓN

¿Hay honor entre villanas?

TEUCA

¡Y cómo! Más firme está;

que no hay príncipes acá

ni fáciles cortesanas.

Pero dejémonos desto,

y va de flor.

(Saca las flores.)

AMÓN

¿Cuál me cabe?

TEUCA

Esta azucena süave.

(Dale una azucena y una espadaña.)

AMÓN

Eso es tratarme de honesto.

TEUCA

Yo sé que olerla os agrada;

pero no la deshojéis,

que la espadaña que véis

tiene la forma de espada:

y aquesos granillos de oro,

aunque a la vista recrean,

manchan si los manosean,

porque estriba su tesoro

en ser intactos: dejaos,

Amón, de deshojar flor

con espadañas de amor,

y si la ofendéis, guardáos.

AMÓN

Yo estimo vuestro consejo.

(Aparte.)

(Demonio es esta mujer.)

SALOMÓN

¿Qué te ha dicho?

AMÓN

No hay que hacer

caso; por loca la dejo.

ADONÍAS

¿Qué flor me cabe a mí?

TEUCA

Extraña:

espuela de caballero.

ADONÍAS

Bien por el nombre la quiero.

TEUCA

A veces la espuela daña.

ADONÍAS

Diestro soy.

TEUCA

Sí, lo sois harto;

pero guardaos, si os agrada,

de una doncella casada.

No os perdáis por picar alto.

ADONÍAS

No os entiendo.

ABSALÓN

Yo me quedo

postrero; id, hermano, vos.

SALOMÓN

(Aparte.)

(Confusos quedan los dos.)

(Alto.)

Si acaso obligaros puedo

más conmigo os declarad.

TEUCA

Esta es corona de rey,

flor de vista, olor y ley:

sus propiedades gozad;

que, aunque rey seréis espejo

y el mayor de los mejores,

temo que os perdáis por flores

de amor, si sois mozo viejo.

¡Buena flor!

JONADAB

¡Con su pimienta!

ABSALÓN

¿Cuál me cabe a mí?

TEUCA

El narciso.

ABSALÓN

Ese a sí mismo se quiso.

TEUCA

Pues tened, Absalón, cuenta

con él, y no os queráis tanto,

que de puro engrandeceros,

estimaros y quereros,

de Israel seréis espanto.

Vuestra hermosura enloquece

a toda vuestra nación:

narciso sois, Absalón,

que también os desvanece.

Cortaos esos hilos bellos,

que si los dejáis crecer

os habréis presto de ver

en lo alto por los cabellos.

ABSALÓN

(Al oído a TEUCA.)

Teuca, advierte que sí en alto

por los cabellos me veo,

yo premiaré tu deseo,

y a Israel daré un asalto.

(Vase TEUCA.)

AMÓN

Confusos hemos quedado.

JONADAB

Príncipes, alto; a comer.

ABSALÓN

(Aparte.)

Sobre el trono me he de ver

de mi padre coronado.

Muera en el convite Amón,

quede vengada Tamar,

dé la corona lugar

a que la herede Absalón.

(Vase.)

(Sale un PASTOR.)

PASTOR

La comida, que se enfría,

a Vuestras Altezas llama.

AMÓN

De aquesta serrana dama

ver la cara gustaría;

que me tiene en confusión.

ADONÍAS

No nos hagas esperar.

(Vase.)

JONADAB

Yo no me quiero quedar,

que como con Absalón.

(Vase.)

AMÓN

Yo, serrana, estoy picado

de esos ojos lisonjeros

que deben de ser fulleros

pues el alma me han ganado.

¿Queréisme vos despicar?

TAMAR

Os cansará el juego presto,

y, en ganando el primer resto,

luego os querréis levantar.

AMÓN

¡Buenas manos!

TAMAR

De pastora.

AMÓN

Dadme una.

TAMAR

Será en vano

dar mano a quien da de mano

y, ya aborrece, ya adora.

AMÓN

Llegaréla yo a tomar

pues su hermosura me esfuerza.

TAMAR

¿A tomar? ¿Cómo?

AMÓN

Por fuerza.

TAMAR

¡Qué amigo sois de forzar!

AMÓN

Basta, que aquí todas dais

en adivinas.

TAMAR

Queremos

estudiar cómo sabremos

burlaros, pues que burláis.

AMÓN

¿Flores traéis vos también?

TAMAR

Cada cual, humilde y alta,

busca aquello que le falta.

AMÓN

Serrana, yo os quiero bien:

dadme una flor.

TAMAR

¡Buen floreo

os traéis! Creed, señor,

que hasta perder yo una flor

no sintiera el mal que veo.

AMÓN

Una flor he de tomar.

TAMAR

Flor de Tamar, diréis bien.

AMÓN

Forzaréos, dalda por bien.

TAMAR

¡Qué amigo sois de forzar!

AMÓN

Destapaos.

TAMAR

No puede ser

AMÓN

Ya te digo que he de verte.

TAMAR

Aparta.

AMÓN

(Vala a descubrir.)

Pues desta suerte

lo has de hacer. Vete, mujer.

(Destápala.)

¡Ay cielos! ¡Monstruo! ¿Tú eres?

¿Quién los ojos se sacara

primero que te mirara,

afrenta de las mujeres?

Voyme y pienso que sin vida,

que tu vista me mató.

No esperaba, ¡cielos!, yo

tal principio de comida.

(Vase.)

TAMAR

Peor postre te han de dar,

bárbaro, crüel, ingrato,

pues será el último Plato

la venganza de Tamar.

Amón, ya ha llegado el día

en que tu muerte has de ver,

que agraviada una mujer...

(Dentro SAL[OMÓN].)

SALOMÓN

¡Hay tan grande alevosía!

(Dentro ABS[ALÓN].)

ABSALÓN

La comida has de pagar

dándote muerte, villano.

(Dentro.)

AMÓN

¿Por qué me matas, hermano?

(Dentro)

ABSALÓN

Por dar venganza a Tamar.

(Descúbrese un mesa con un aparador de plata, y los manteles revueltos, AMÓN echado sobre ella con una servilleta, ensangrentado.)

Para ti, hermana, se ha hecho

el convite: aqueste plato

aunque de manjar ingrato,

nuestro agravio ha satisfecho:

hágate muy buen provecho.

Bebe su sangre, Tamar;

procura en ella lavar

tu fama hasta aquí manchada.

Caliente está; tú, vengada,

fácil la puedes sacar.

A Gesur huyendo voy,

que es su rey mi abüelo y padre

de nuestra injuriada madre.

TAMAR

Gracias a los cielos doy,

que no lloraré desde hoy

mi agravio, Absalón valiente.

Ya podré mirar la gente

resucitando mi honor,

que la sangre del traidor

es blasón del inocente.

Quédate, bárbaro, ingrato,

que en venta lo tiene puesto

su sepulcro el deshonesto:

en la mesa, taza y plato.

ABSALÓN

Heredar el reino trato.

TAMAR

Guíente los cielos bellos.

ABSALÓN

Amigos tengo, y por ellos

como dijo Teuca ayer,

todo Israel me ha de ver

en alto por los cabellos.

(Vanse, cúbrese la apariencia, y sale DAVID.)

DAVID

¡Amón, príncipe, hijo mío!

¿Eres tú? Pide al deseo

albricias, que los instantes

juzgo por siglos eternos.

Amón mío, ¿dónde estás?

Deshaga al temor los hielos

el sol de tu cara hermosa,

recobre su vista un ciego.

¿Si se habrá Absalón vengado?

¿Si habrá sido, como temo,

ingrato Absalón conmigo?

Pero no, que el juramento

ha de cumplir, yo lo fío,

y es su hermano, por lo menos.

¡Oh!, ¿qué hago de discurrir?

La sangre hierve sin fuego.

Mas, ¡ay!, que es sangre heredada

y Amón culpado en efecto.

Absalón ¿no me juró

no agraviarle? ¿De qué temo?

Pero el amor y el agravio

nunca guardan juramento.

La esperanza y el temor

en este confuso pleito

alegan en pro y en contra;

sentenciad en favor, cielos.

Caballos se oyen, ¿Si son

mis amados hijos éstos?

Alma, asomaos a los ojos:

ojos, abríos para verlos:

grillos, echad el temor

a los pies, cuando el deseo

se arroja por las ventanas.

¡Hijos!

(Salen ADONÍAS y SALOMÓN.)

ADONÍAS

¡Señor!...

DAVID

¿Venís buenos?

¿Qué es de vuestros dos hermanos

Amón y Absalón? ¿Qué es esto?

¿Cómo no me respondéis?

¿Calláis? Siempre fue el silencio

embajador de desgracias.

¿Lloráis? Hartos mensajeros

mis sospechas certifican:

no eran vanos mis recelos.

¿Mató Absalón a su hermano?

SALOMÓN

Sí, señor.

DAVID

¡Pierda el consuelo

la esperanza de volver

al alma, pues a Amón pierdo!

¡[Tome] eterna posesión

el llanto, porque es eterno,

de mis infelices ojos,

hasta que los deje ciegos!

¡Lástimas hable mi lengua!

¡No escuchen sino lamentos

mis oídos lastimosos!

¡Ay mi Amón! ¡Ay mi heredero!

Búsquese luego a Absalón,

marchen ejércitos luego

a buscarle.

ADONÍAS

Señor, mira

DAVID

No hay que aconsejarme en esto.

¡Ay Amón del alma mía!

Tú y Absalón me habéis muerto.

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