Jornada III

Sale PEDRO como ermitaño, con tres o quatro taleguillos de angeo llenos de arena en las mangas.

PEDRO

Ya está la casa vezina

de aquella viuda dichosa,

digo de aquella Marina

Sanchez, que, por generosa,

al cielo el alma encamina;

(MARINA, a la ventana.)

ya su marido, Vicente

del Verrocal, facilmente

saldra de la llama horrenda,

en quanto Marina entienda

que yaze en ella doliente;

su hijo Pedro Benito

amaynará desde luego

el alto espantoso grito

con que se quexa en el fuego

que abrasa el negro distrito;

dexará de estar mohino

Martinico, su sobrino,

el del lunar en la cara,

viendo que se le prepara

de la gloria el real camino.

VIUDA

Padre, espere, que ya abaxo,

y perdone si le doy

en el esperar trabajo.

(Quitase de la ventana, y baxa.)

PEDRO

Gracias a los cielos doy,

que me luze si trabajo;

gracias doy a quien me ha hecho

entrar en aqueste estrecho,

donde, sin temor de mengua,

me ha de sacar esta lengua

con honra, gusto y prouecho.

Memoria, no desfallezcas,

ni por algun acidente

silencio a la lengua ofrezcas;

antes, con modo prudente,

ya me alegres, ya entristezcas,

en los semblantes me muda

que con aquesta viuda

me acrediten, hasta tanto

que la dexen con espanto

contenta, pero desnuda.

(Entra la VIUDA.)

VIUDA

Padre, deme aquessos pies.

PEDRO

Tente, honrada labradora;

no me toques. ¿Tu no ves

que, adonde la humildad mora,

pierde el honor su interes?

Las almas que estan en penas,

de todo contento agenas,

aunque mas las soliciten,

las ceremonias no admiten

de que estan las cortes llenas.

Mas les importa vna missa,

que quatro mil besamanos;

y esto tu padre te auisa,

y essos tratos cortesanos

tenlos por cosa de risa.

Pero, en tanto que te doy

cuenta, amiga, de quien soy,

guardame aqueste talego,

y estotro del nudo ciego,

con quien tan cargado voy.

VIUDA

Ya, señor, tengo noticia

de quien eres, y se bien

que tu voluntad codicia,

y en misericordia esten

las almas, y no en justicia.

Se la honrada comission

que tienes, y, en conclusion,

te suplico que me cuentes

cómo las de mis parientes

tendran descanso y perdon.

PEDRO

Vicente del Verrocal,

tu marido, con setenta

escudos de principal

ha de rematar la cuenta

en mil bienes de su mal.

Pedro Benito, tu hijo,

saldra de aquel escondrijo

con quarenta y seys no mas,

y con esto le daras

vn sin ygual regozijo.

Tu hija Sancha Redonda

pide que a su voluntad

tu larga mano responda:

que es soga la caridad

para aquella cueua honda.

Cincuenta y dos amarillos

pide, redondos, senzillos,

o ya veynte y seys doblados,

con que seran quebrantados

de sus prisiones los grillos.

Martin y Quiteria estan,

tus sobrinos, en vn pozo,

padeciendo estrecho afan,

y desde alli con sollozo

amargas bozes te dan.

Diez doblones de a dos caras

piden que ofrezca en las aras

de la deuocion diuina,

pues que los tiene Marina

entre sus cosas mas caras.

Sancho Manjon, tu buen tio,

padece en vna laguna

mucha sed y mucho frio,

y con llantos te importuna

que des a su mal desuio.

Solos catorze ducados

pide, pero bien contados

y en plata de cuño nueuo,

y yo a lleuarlos me atreuo

sobre mis ombros cansados.

VIUDA

¿Vistes alla, por ventura,

señor, a mi hermana Sancha?

PEDRO

Vila en vna sepultura

cubierta con vna plancha

de bronze, que es cosa dura,

y, al passarle por encima,

dixo: «Si es que te lastima

el dolor que aqui te llora,

tu, que vas al mundo agora,

a mi hermana y a mi prima

diras que en su voluntad

està el salir destas nieblas

a la inmensa claridad:

que es luz de aquestas tinieblas

la encendida caridad.

Que apenas sabra mi hermana

mi pena, quando estè llana

a darme treynta florines,

por poner ella sus fines

en ser cuerda, y no de lana.»

Infinitos otros vi,

tus parientes y criados,

que se encomiendan a ti,

quáles ay de a dos ducados,

quáles de a marauedi;

y sete dezir, en suma,

que, reduzidos con pluma

y con tinta a buena cuenta,

a dozientos y cincuenta

escudos llega la suma.

No te açores, que esse saco

que te di a guardar primero,

si es que bien la cuenta saco,

me lo dio vn bodegonero,

grande imitador de Caco,

no mas de porque a su hija,

que entre rescoldo de hornija

yaze en las hondas cauernas,

en sus delicadas piernas

el fuego menos la aflija.

Vn moço de mulas fue

quien me dio el saco segundo

que en tus manos entregué,

gran caminador del mundo,

malo, mas de buena fe.

De arenas de oro de Tibar

van llenos, con que el acibar

y amarguissimo trabajo

de las almas de alla abaxo

se ha de boluer en almiuar.

Ea, pues, muger gigante,

muger fuerte, muger buena;

nada se os ponga delante

para no aliuiar la pena

de toda ánima penante.

Dessechad de la garganta

esse nudo que os quebranta,

y dezid con voz serena:

«Hare, señor, quanto ordena

tu voz sonorosa y santa.»

Que, en entregando los numos

en estas grosseras manos,

con gozos altos y sumos,

sus fuegos mas inhumanos

verás conuertir en humos.

¿Que serà ver a deshora

que por la region del ayre

va vn alma çapateadora

vaylando con gran donayre,

de esclaua hecha señora?

¡Que de alabanças oyras

por delante y por detras,

hora vayas, hora estes,

de toda ánima cortès

a quien hoy libertad das!

(Bueluele los sacos.)

VIUDA

Tenga, y vn poco me espere,

que yo voy, y bueluo luego

con todo aquello que quiere.

(Entrase la VIUDA.)

PEDRO

En gusto, en paz y en sossiego

tu vida el cielo prospere.

Si bien en ello se aduierte,

aquesta es la muger fuerte

que se busca en la Escritura.

Tengas, Marina, ventura

en la vida y en la muerte.

Belilla, gitana bella,

todo el fruto deste embuste

gozarás sin falta o mella,

aunque tu gusto no guste

de mi amorosa querella.

Quanto este dinero alcança,

se ha de gastar en la dança

y en tu adorno, porque quiero

que por galas ni dinero

no malogres tu esperança.

(Buelue la VIUDA con un gato lleno, como que trae el dinero.)

VIUDA

Toma, venerable anciano,

que ai va lo que pediste,

y aun a darte mas me allano.

PEDRO

Marina, el tuyo me diste

con el proceder christiano.

En trasponiendo esta loma,

en vn salto dare en Roma,

y en otro en el centro hondo;

y porque a quien soy respondo,

mi buena bendicion toma,

que da salud a las muelas,

preserua que no se engañe

nadie con fraude y cautelas,

ni que de mirar se estrañe

las noturnas centinelas.

Puede en las escuras salas

tender sin temor las alas

el mas flaco coraçon,

(Bendicela.)

lleuando la bendicion

del gran Pedro de Vrdemalas.

(Entrase PEDRO.)

VIUDA

Comissario fidedino

de las almas que en trabajo

estan penando contino,

pues dizen que es cuesta abaxo

del purgatorio el camino,

echate a rodar, y llega

ligero a la escura vega

o vale de llanto amargo,

y aplicalas al descargo

que mi largueza te entrega.

En cada escudo que di,

lleuas mi alma encerrada,

y en cada marauedi,

y como cosa encantada

parece que quedo aqui.

Ya yo soy otra alma en pena,

despues que me veo agena

del talego que entreguè;

pero en ombros de mi fe

saldre a la region serena.

(Entrase.)

(Sale la REYNA, y trae en vn pañizuelo vnas joyas, y sale con ella MARCELO, cauallero anciano.)

REYNA.

Marcelo, sin que os impida

la guarda de algun secreto,

porque no os pondra en aprieto

de perder fama ni vida,

os ruego me respondays

a ciertas preguntas luego.

MARCELO

Bien escusado es el ruego,

señora, donde mandays.

Preguntad a vuestro gusto,

porque mi honra y mi vida

està a vuestros pies rendida,

y es de lo que yo mas gusto.

REYNA.

Estas joyas de valor,

¿cúyas son, o cúyas fueron?

MARCELO

Vn tiempo dueño tuuieron,

que siempre fue mi señor.

REYNA.

¿Pues cómo se enagenaron?

Porque me importa saber

cómo aquesto vino a ser:

si se dieron, o se hurtaron.

MARCELO

Pues que ya la tierra cubre

el delito y la deshonra,

si es deshonra y si es delito

el que amor honesto forja,

quiero romper vn silencio

que no importa que le rompa

ni a los muertos ni a los viuos;

antes, a todos importa.

La duquesa Felix Alua,

que Dios acoja en su gloria,

vna noche en luz escasa

y en tinieblas abundosa,

estando yo en el terrero,

con esperança dudosa

de ver a la que me diste,

gran señora, por esposa,

con vn turbado ceceo

me llamò, y con voz ansiosa

me dixo: «Assi la ventura

a tus desseos responda,

señor, quienquiera que seas,

que, en esta ocasion forçosa,

mostrando pecho christiano,

a quien te llama socorras.

Pon a recado essa prenda,

mas noble que venturosa;

dale el agua del bautismo

y el nombre que tu le escojas.»

Y en esto ya descolgaua

de vnas trenzas que de soga

siruieron, vna cestilla

de blanca mimbre olorosa.

No dixo mas, y encerrose.

Yo quedé en aquella hora

cargado, suspenso y lleno

de admiracion y congoxa,

porque oi que vna criatura

dentro de la cesta llora,

assi qual rezien nacida.

¡Ved que carga, y a que hora!

En fin, porque presto veas

el de aquesta estraña historia,

digo que al punto sali,

con diligencia no poca,

de la ciudad al aldea

que está sobre aquella loma,

por ser cerca. Pero el cielo,

que infortunios acomoda,

me deparò en el camino,

al despuntar del aurora,

vn rancho de vnos gitanos,

de pocas y humildes chozas.

Por dadiuas y por ruegos,

vna gitana no moça

me tomò la criatura,

y al punto desemboluiola,

y entre las fajas, embueltas

en vn lienço, halló essas joyas,

que yo conoci al momento,

pues son de tu hermano todas.

Dexéselas con la niña,

que era vna niña hermosa

la que en la cesta venía,

nacida de pocas horas;

encarguéle su criança

y el bautismo, y que, con ropas

humildes, empero limpias,

la criasse. ¡Estraña cosa!:

que, quando deste sucesso

mi lengua a tu hermano informa,

dixo: «Marcelo, la niña

es mia, como las joyas.

La duquesa Felix Alua

es su madre, y ella es sola

el blanco de mis desseos,

y de mis penas la gloria.

Inmaturo ha sido el parto,

mal preuenida la toma;

pero no ay falta que llegue

de su ingenio a la gran sobra.»

Estando en estas razones,

en son tristissimo doblan

las campanas, sin que quede

monesterio ni perroquia.

El son general y triste

daua indicios ser persona

principal la que a la tierra

el comun tributo torna.

Hizo manifiesto el caso

vn paje que entró a deshora

diziendo: «Muerta es, señor,

Felix Alua, mi señora.

De improuiso murio anoche,

y por ella, señor, forman

este son tantas campanas,

y tantas gentes que lloran.»

Con estas nueuas, tu hermano

quedò con el alma absorta,

sin mouimiento los ojos,

inmouible la persona.

Boluio en si desde alli a vn rato,

y, sin dezirme otra cosa

sino: «Haz criar la niña,

y no le quites las joyas;

como gitana se crie,

sin hazerla sabidora,

aunque crezca, de quien es,

porque esto a mi gusto importa»,

dos horas tardò en partirse

a las fronteras, do apoca

con su lança la morisma,

sus gustos con sus memorias.

Siempre me escriue que vea

a Belica, que llamóla

assi la gitana sabia

que con mucho amor crióla.

Yo no alcanço su desinio,

ni a que aspira, ni en que topa

el no querer que se sepa

tan rara y tan triste historia.

Hanle dicho a la muchacha

que vn ladron gitano hurtóla,

y ella se imagina hija

de alguna real persona.

Yo la he visto muchas vezes,

y hazer y dezir mil cosas,

que parece que ya tiene

en las sienes la corona.

Murio la que la dio leche,

y, con las joyas, dexóla

en poder de otra su hija,

si no tan bella, tan moça.

Esta, que es la que tenia

essas joyas, no otra cosa

sabe mas de lo que supo

su madre, y el hecho ignora

de los padres de Ysabel,

tu sobrina, la hermosa,

la señora, la garrida,

la discreta y la briosa.

Respondo esto a la pregunta

si se dieron essas joyas,

o se hurtaron: que me admira

verlas donde estan agora.

[REYNA.]

La mitad he yo sabido

desta peregrina historia,

y vna y otra relacion,

sin que discrepen, con forman.

Mas dime: ¿conocerias,

si acaso viesses, la hermosa

gitana que dizes?

MARCELO

Si;

como a mi mismo, señora.

REYNA.

Pues esperate aqui vn poco.

(Entrase la REYNA.)

MARCELO

¿Quien truxo aqui aquestas joyas?

¡Cómo a los cielos y al tiempo

por jamas se encubre cosa!

¿Si e hecho mal en descubrirme?

Si: que lengua presurosa

no da lugar al discurso,

y mas condena que abona.

(Bueluen la REYNA, BELICA y INES.)

REYNA.

¿Es aquel el que venía

a ver a tu hermana?

YNES.

Si:

que con mi madre le vi

comunicar mas de vn dia.

REYNA.

Con esso, y con el semblante,

que al de mi hermano parece,

ya veo que se me ofrece

vna sobrina delante.

MARCELO

Assi lo puedes creer:

que essa que traes de la mano

es la prenda que tu hermano

quiere y deue mas querer.

Si ilustre por el padre

la ha hecho Dios en el suelo,

no menos la haze el cielo

estremada por la madre,

y ella, por su hermosura,

merece ser estimada.

(Entran el REY y el CAUALLERO.)

REY.

Ello es cosa aueriguada

que no ay zelos sin locura.

REYNA.

Y sin amor, señor mio,

dixerades muy mejor.

REY.

Zelos son rabia, y amor

siempre della està vazio;

y de la causa que es buena

mal efecto no procede.

REYNA.

En mi al contrario sucede:

siempre zelos me dan pena,

y siempre los ha engendrado

el grande amor que yo os tengo.

REY.

Si ay vengança, yo me vengo

con que os ayays engañado,

pues no podran redundar

de vuestras preguntas hechas

tan vehementes sospechas,

que me puedan condenar,

ni yo, si mirays en ello,

soy de sangre tan liuiana,

que a tan humilde gitana

incline el altiuo cuello.

REYNA.

Mirad, señor, que es hermosa,

y que la rara belleza

se lleua tras si la alteza

y fuerça mas poderosa.

Por mis ojos, que llegueys

a mirar sus bellos ojos.

REY.

Si gustays de darme enojos,

no es buen medio el que poneys.

REYNA.

¿Cómo? ¿Y que assi os amohina

el mirar a vna donzella

que, despues de ser tan bella,

aspira a ser mi sobrina?

BELICA

¿Que ha de ser aquesto, Ines?

Que me voy imaginando

que se estan de mi burlando.

YNES.

Calla, y sabraslo despues.

REYNA.

Miradla assi, descuydado,

y dezidme a quien parece.

REY.

A los ojos se me ofrece

de Rosamiro vn traslado.

REYNA.

No es mucho, porque es su hija,

y como a tal la estimad.

CABALLERO

¿Burla vuestra magestad?

REYNA.

No es bien que esso se colija

de verdad tan manifiesta.

REY.

Si no burlays, es razon

que me cause admiracion

tal nouedad como es esta.

REYNA.

Llegad al rey, Ysabel,

y dezid que os de la mano

como a hija de mi hermano.

BELICA

Como sierua llego a el.

REY.

Leuantad, bella criatura,

que de vuestro parecer

muy bien se puede creer

y esperar mayor ventura.

Pero dezidme, señora:

¿cómo sabeys esta historia?

REYNA.

Aunque es breue y es notoria,

no es para dezilla agora.

Vamonos a la ciudad,

que en el camino sabreys

lo que luego creereys

como infalible verdad.

REY.

Vamos.

MARCELO

No ay dudar, señor,

en historia que es tan clara,

pues su rostro la declara,

y yo, que soy el actor.

(Vanse entrando todos, y a la postre quedan INES y BELICA.)

YNES.

Belica, pues vas sobrina

de la reyna, por lo menos,

essos tus ojos serenos

a nuestra humildad inclina.

Acuerdate de que hartamos

mas de vna vegada juntas,

y que sin soberuia y puntas

mas de otras cinco baylamos;

y que, aunque auemos andado

muchas vezes a las greñas,

siempre en efeto y por señas

te he temido y respetado.

Haz algun bien, pues podras,

a nuestros gitanos pobres;

assi en venturosa sobres

a quantas lo fueron mas.

Responde a lo que se ve

de tu ser tan principal.

BELICA

Dame, Ines, vn memorial,

que yo le despacharè.

(Entranse.)

(Sale PEDRO DE VRDEMALAS, con manteo y bonete, como estudiante.)

PEDRO

Dizen que la variacion

haze a la naturaleza

colma de gusto y belleza,

y està muy puesto en razon.

Vn manjar a la contina

enfada, y vn solo objeto

a los ojos del discreto

da disgusto y amohina.

Vn solo vestido cansa.

En fin, con la variedad

se muda la voluntad,

y el espiritu descansa.

Bien logrado yre del mundo

quando Dios me lleue del,

pues podre dezir que en el

vn Proteo fuy segundo.

¡Valgame Dios, que de trages

he mudado, y que de oficios,

que de varios exercicios,

que de exquisitos lenguages!

Y agora, como estudiante,

de la reyna voy huyendo,

cien mil azares temiendo

desta mi suerte inconstante.

Pero yo, ¿por que me cuento,

que lleuo (en) mudable palma?

Si ha de estar siempre nuestra alma

en continuo mouimiento,

Dios me arroje ya a las partes

donde mas fuere seruido.

(Entra vn LABRADOR con dos gallinas.)

LABRADOR

Pues yo no las he vendido;

bien parece que es oy martes.

PEDRO

Mostrad, hermano; llegad,

llegad, mostrad. ¿Que os turbais?

Ellas son de calidad,

que en cada vna mostrays

vuestra grande caridad.

Andad con Dios y dexaldas,

y desde lexos miraldas,

como a reliquias honraldas,

para el culto dedica[l]das

bucolico, y adoraldas.

LABRADOR

Como me las pague, haga

altar o reliquias dellas,

o lo que mas satisfaga

a su gusto.

PEDRO

Sólo es dellas

santa y justissima paga

hazer dellas vn empleo

que satisfaga al desseo

del mas mirado christiano.

LABRADOR

Saldra su disignio vano,

señor zote, a lo que creo.

(Entran dos representantes, que se señalan con numeros 1 y 2.) 

PEDRO

Soys hipocrita y malino,

pues no teneys miramiento

que os habla vn hombre cetrino,

hombre que vale por ciento

para hazer vn desatino;

hombre que se determina,

con vna y otra gallina,

sacar de Argel dos cautiuos

que estan sanos y estan viuos

por la voluntad diuina.

FAR. 1.

Este cuento es de primor,

y el sachristan, o lo que es,

juega de hermano mayor.

PEDRO

¡O fuerças del interes,

llenas de embidia y rigor!

¿Que es possible que te esquiues,

por tan pocos arrequiues,

de sacar sendos christianos

de mano de los tiranos?

¡Comante malos caribes!

LABRADOR

Diga, señor papasal:

¿son, por ventura, mostrencas

mis gallinas, ¡pessiatal!,

para no hazerme de pencas

de dar mi pobre caudal?

Rescaten a essos christianos

los ricos, los cortesanos,

los frayles, los limosneros:

que yo no tengo dineros,

si no lo ganan mis manos.

FAR. 1.

Esforcemos este embuste.

Soys vn hombre mal mirado,

de mala yazija y fuste,

hombre que es tan dessalmado,

que no ay cosa de que guste.

PEDRO

La maldicion de mi zorra,

de mi bonete y mi gorra,

cayga en ti y en tu ralea,

y cautiuo yo te vea

en Fez en vna mazmorra,

para ver si te holgarás

de que sea quien entonces,

por dos gallinas no mas...

¡O coraçones de bronzes,

archiuos de Satanas!

¡O miseria desta vida,

a terminos reduzida,

que vienen los cortesanos

a rogar a los villanos,

gente non santa y perdida!

LABRADOR

¡Pesia a mi! Denme mis aues,

que yo no estoy para dar

limosna.

FAR. 1.

¡Que poco sabes

de achaque de rescatar

dos hombres gordos y graues!

Yo los tengo señalados,

corpulentos y barbados,

de raro talle y presencia,

que valen en mi conciencia

mas de trezientos ducados,

y por estas dos gallinas

solamente los rescato.

¡Ved que entrañas tan molestas

tiene este pobre pazguato,

criado entre las enzinas!

¡Ya la ruindad y malicia,

la miseria y la codicia

reyna sólo entre esta gente!

LABRADOR

Aun bien que ay aqui teniente,

corregidor y justicia.

[Entrese.]

PEDRO

Y yo tengo lengua y pies.

Esperen, y lo veran.

FAR. 1.

Soys vn traydor Magances,

hombre de aquellos que dan

mohatras de tres en tres.

FAR. 2.

Dexele vuessa merced,

que, pues ya dexó en la red

las cobas, vaya en buen hora.

[FAR. 1.]

Pues bien: ¿que haremos agora?

[PEDRO]

Lo que es vuestro gusto hazed.

Despojese de su pluma

el rescate, y vease luego,

con resolucion y en suma,

si ay algun rancho o bodego

donde todo se consuma:

que yo, a fe de compañero,

desde agora me prefiero

a dar todo el aderente.

FAR. 2.

Ay vn grande inconueniente:

que hemos de ensayar primero.

PEDRO

Pues diganme: ¿son farsantes?

FAR. 1.

Por nuestros pecados, si.

PEDRO

Haz de mis dichas Adlantes,

cerros de mi Potosi,

de mi pequeñez gigantes;

en vosotros se me ofrece

todo aquello que apetece

mi desseo en sumo grado.

FAR. 2.

¿Que vendaual os ha dado,

que assi el seso os desuanece?

PEDRO

Sin duda, he de ser farsante,

y hare que estupendamente

la fama mis hechos cante,

y que los lleue y los cuente

en Poniente y en Leuante.

Volarán los hechos mios

hasta los reynos vazios

de Policea, y aun mas,

en nombre de Nicolas,

y el sobrenombre de Rios:

que este fue el nombre de aquel

mago que a entender me dio

quien era el mundo cruel,

ciego que sin vista vio

quantos fraudes ay en el.

En las choças y en las salas,

entre las xergas y galas

será mi nombre estendido,

aunque se ponga en oluido

el de Pedro de Vrdemalas.

FAR. 2.

Enigma y algarauia

es quanto hablays, señor,

para nosotros.

PEDRO

Sería

falta de ingenio y valor

contaros la historia mia,

a lo menos por agora.

Vamos; que, si se mejora

mi suerte con ser farsista,

sereys testigos de vista

del ingenio que en mi mora,

principalmente en jugar

las tretas de vn entremes

hasta do pueden llegar.

(Entra otro FARSANTE.)

FAR. 3.

¿No aduertiran que ya es

hora y tiempo de ensayar?

Porque pide el rey comedia,

y el autor ha ya hora y media

que espera. ¡Grande descuydo!

FAR. 1.

Pues con yr presto, yo cuido

que esse daño se remedia.

Venga, galan, que yo hare

que oy quede por recitante.

PEDRO

Si lo quedo, mostraré

que soy para autor bastante

con lo menos que yo se.

Llegado ha ya la ocasion

donde la adiuinacion

que vn hablante Malgesi

echò vn tiempo sobre mi,

tenga efecto y conclusion.

Ya podre ser patriarca,

pontifice y estudiante,

emperador y monarca:

que el oficio de farsante

todos estados abarca;

y, aunque es vida trabajosa,

es, en efecto, curiosa,

pues cosas curiosas trata,

y nunca quien la maltrata

le dara nombre de ociosa.

(Entranse todos.)

(Sale vn AUTOR con vnos papeles como comedia, y dos farsantes, que todos se señalan por numero.) 

AUTOR

Son muy anchos de conciencia

vuessas mercedes, y creo,

por las señales que veo,

que me ha de faltar paciencia.

¡Cuerpo de mi! ¿En veynte dias

no se pudiera auer puesto

esta comedia? ¿Que es esto?

Ellas son venturas mias.

Poneme esto en confusion,

y en vn rancor importuno,

que nunca falte ninguno

al pedir de la racion,

y al ensayo es menester

que con perros y hurones

los busquen, y aun a pregones,

y no querran parecer.

PEDRO

¿Quien vn agudo embustero,

ni vn agudo hablador,

sabra hazerle mejor

que yo, si es que hazerle quiero?

AUTOR

Si no pica de arrogante

el domine, mucho sabe.

PEDRO

Se todo aquello que cabe

en vn general farsante;

se todos los requisitos

que vn farsante ha de tener

para serlo, que han de ser

tan raros como infinitos.

De gran memoria, primero;

segundo, de suelta lengua;

y que no padezca mengua

de galas es lo tercero.

Buen talle no le perdono,

si es que ha de hazer los galanes;

no afectado en ademanes,

ni ha de recitar con tono.

Con descuydo cuydadoso,

graue anciano, jouen presto,

enamora do compuesto,

con rabia si està zeloso.

Ha de rezitar de modo,

con tanta industria y cordura,

que se buelua en la figura

que haze de todo en todo.

A los versos ha de dar

valor con su lengua experta,

y a la fabula que es muerta

ha de hazer resucitar.

Ha de sacar con espanto

las lagrimas de la risa,

y hazer que bueluan con [p]risa

otra vez al triste llanto.

Ha de hazer que aquel semblante

que el mostrare, todo oyente

le muestre, y será excelente

si haze aquesto el recitante.

(Entra el ALGUAZIL de las comedias.)

ALGUACIL

¿Aora estan tan despacio?

¿Esperarlos he a que acaben?

Bien parece que no saben

las nueuas que ay en palacio.

Vengan, que ya me amohina

la posma que en ellos reyna,

aguardando el rey o reyna

y la nueua su sobrina.

AUTOR

¿Que sobrina?

ALGUACIL

Vna gitana,

dizen, que es bella en estremo.

PEDRO

Que sea Belica temo.

¿Y esso es verdad?

ALGUACIL

Y tan llana,

que yo no se qual se sea

mayor verdad por agora.

Y la reyna, mi señora,

hazerle fiestas dessea .

Venid, que alla lo sabreys

todo como passa al punto.

PEDRO

Mucho bien me vendra junto,

si por vuestro me quereys.

AUTOR

Admitido estais ya al gremio

de nuestro alegre exercicio,

pues vuestro raro juyzio

mayor lauro pide en premio.

Largo hablaremos despues.

Vamos, y haremos la prueua

de vuestra gracia tan nueua,

ensayando vn entremes.

PEDRO

No me hara ventaja alguno

en esso, qual se vera.

ALGUACIL

Señores, que es tarde ya.

AUTOR

¿Falta aqui alguno?

FAR. 1.

Ninguno.

(Vanse todos.)

(Salen el REY y SILERIO.)

REY.

En qualquier trage se muestra

su belleza al descubierto:

gitana, me tuuo muerto;

dama, a matarme se adiestra.

El parentesco no afloja

mi desseo; antes, por el

con ahinco mas cruel

toda el alma se congoja.

(Suenan guitarras.)

Pero ¿que musica es esta?

SILERIO

Los comediantes seran,

que adonde se visten van.

REY.

Ya me entristece la fiesta;

ya sólo con mi desseo

quisiera auenirme a solas,

y dar costado a las olas

del mar de amor do me veo.

Pero escucha, que mi historia

parece que oygo cantar,

y es señal que ha de durar

luengos siglos su memoria.

(Entran los musicos cantando este romance:)

MUSICOS

«Baylan las gitanas;

miralas el rey;

la reyna, con zelos,

mandalas prender.

Por Pasqua de Reyes

hizieron al rey

vn bayle gitano

Belica e Ynes;

turbada Belica,

cayo junto al rey,

y el rey la leuanta

de puro cortés;

mas como es Belilla

de tan linda tez,

la reyna, zelosa,

mandalas prender.»

SILERIO

Vienen tan embeuecidos,

que no nos echan de ver.

REY.

Cantan lo que deue ser

suspension de los sentidos.

MUSICOS 1.

El rey està aqui. ¡Chiton!

Quiza no le agradará

nuestra cancion.

MUSICOS 2.

Si hara,

por ser nueua la cancion,

y no contiene otra cosa,

fuera de que es dulze y graue,

que dezir lo que se sabe:

que es la reyna rezelosa,

y hechura de la muger

tener zelos del marido.

REY.

¡Que bien que lo has entendido!

Detelo el diablo a entender.

Silerio, mi muerte y vida

vienen juntas. ¿Que hare?

SILERIO

Mostrar a vn tiempo la fe,

aqui cierta, alli fingida.

(Entran la REYNA y BELICA, ya vestida de dama; YNES, de gitana; MALDONADO, el autor, MARTIN CRESPO, el alcalde, y PEDRO DE VRDEMALAS.)

PEDRO

Famosa Ysabel, que ya

fuyste Belica primero;

Pedro, el famoso embustero,

postrado a tus pies està,

tan hecho a hazer desuarios,

que, para cobrar renombre,

el Pedro de Vrde, su nombre,

ya es Nicolas de los Rios.

Digo que tienes delante

a tu Pedro conocido,

de gitano, conuertido

en vn famoso farsante,

para seruirte en mas obras

que puedes imaginar,

si no le quieres faltar

con lo mucho en que a otros sobras.

Tu presuncion y la mia

han llegado a conclusion:

la mia sólo en ficcion,

la tuya como deuia.

Ay suertes de mil maneras,

que, entre donayres y burlas,

hazen señores de burlas,

como señores de veras.

Yo, farsante, sere rey

quando le aya en la comedia,

y tu, oyente, ya eres media

reyna por valor y ley.

En burlas podre seruirte,

tu hazerme merced de veras,

si tras las mañas ligeras

del vulgo no quieres yrte;

en el qual, si alguno huuo

o ay humilde en rica alteza,

siempre queda la baxeza

de aquel principio que tuuo.

Pero tu ser y virtud

me tienen bien satisfecho,

que no llegará a tu pecho

la sombra de ingratitud.

Por aquesta buena fe,

de la reyna o gran sobrina,

y por ver que a ti se inclina

quien gitano por ti fue,

que al rey pidas te suplico,

andando el tiempo, vna cosa

mas buena que prouechosa,

porque a mi gusto la aplico.

REY.

Desde luego la concedo;

pide lo que es de tu gusto.

PEDRO

Por ser lo que quiero justo,

lo declararè sin miedo.

Y es que, pues claro se entiende

que el recitar es oficio

que a enseñar, en su exercicio,

y a deleytar sólo atiende,

y para esto es menester

grandissima habilidad,

trabajo y curiosidad,

saber gastar y tener,

que ninguno no le haga

que las partes no tuuiere

que este exercicio requiere,

con que enseñe y satisfaga.

Preceda examen primero,

o muestra de compañia,

y no por su fantasia

se haga autor vn pandero.

Con esto pondran la mira

a esmerarse en su exercicio:

que tanto es bueno el oficio,

quanto es el fin a que aspira.

BELICA

Yo hare que el rey, mi señor,

vuestra peticion conceda.

REY.

Y aun otras, si ay en que pueda

valerle vuestro fauor.

REYNA.

Con mejores ojos miro

agora que la mireys,

y en quanto por ella hazeys,

mas me alegro que me admiro.

Ya mi voluntad se inclina

a acreditar a los dos:

que entre mis zelos y vos

se ha puesto el ser mi sobrina.

Vamos a oyr la comedia

con gusto, pues que los cielos

no ordenaron que mis zelos

la boluiessen en tragedia.

Y auisaráse a mi hermano

luego deste hallazgo bueno.

(Entrase.)

REY.

Ya yo le tengo en el seno

y le toco con la mano.

¡O imaginacion, que alcanças

las cosas menos possibles,

si alcançan las impossibles

de reyes las esperanças!

[SILERIO]

No te aflijas, que no es tanto

el parentesco, que impida

hallar a tu mal salida.

REY.

Si; mas morire entretanto.

(Entrase el REY y SILERIO.)

MALDONADO

Señora Belica, espere;

mire que soy Maldonado,

su conde.

BELICA

Tengo otro estado

que estar aqui no requiere.

Maldonado, perdonadme,

que yo os hablaré otro dia.

YNES.

¡Hermana Belica mia!

BELICA

La reyna espera; dexadme.

(Entrase BELICA.)

YNES.

¡Entróse! ¡Quien me dixera

aquesto casi antiyer!

No lo pudiera creer,

si con los ojos lo viera.

¡Valame Dios, y que ingrata

mochacha, y que sacudida!

PEDRO

La mudança de la vida

mil firmezas desbarata,

mil agrauios comprehende,

mil viuezas atesora,

y oluida sólo en vn hora

lo que en mil siglos aprende.

ALCALDE

Pedro, ¿cómo estás aqui

tan galan? ¿Que te has hecho?

PEDRO

Pudierame auer deshecho,

si no mirara por mi.

Mudado he de oficio y nombre,

y no es assi como quiera:

hecho estoy vna quimera.

ALCALDE

Siempre tu fuyste gran hombre.

Yo por el premio venia

de la dança que enseñaste,

que en ella claro mostraste

tu ingenio y tu bizarria;

y si en el mundo no huuiera

pages, yo se que durara

su fama hasta que llegara

la edad que ha de ser postrera.

Clemente y Clemencia estan

muy buenos, sin ningun mal,

y Benita con Pasqual

garrida vida se dan.

(Entra VNO.)

VNO.

Sus magestades aguardan;

bien pueden ya començar.

PEDRO

Despues podremos hablar.

VNO.

Miren que dizen que tardan.

PEDRO

Ya ven vuessas mercedes que los reyes

aguardan alla dentro, y no es possible

entrar todos a ver la gran comedia

que mi autor representa, que alabardas

y lancineques y frinfron impiden

la entrada a toda gente mosquetera.

Mañana, en el teatro, se hara vna,

donde por poco precio veran todos

desde principio al fin toda la traça,

y veran que no acaba en casamiento,

cosa comun y bista cien mil vezes,

ni que pario la dama esta jornada,

y en otra tiene el niño ya sus barbas,

y es valiente y feroz, y mata y hiende,

y venga de sus padres cierta injuria,

y al fin viene a ser rey de vn cierto reyno

que no ay cosmografia que le muestre.

Destas impertinencias y otras tales 

ofrecio la comedia libre y suelta,

pues llena de artificio, industria y galas,

se cela del gran Pedro de Vrdemalas.

FIN DESTAS COMEDIAS

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