ADELINA PATTI.

Bella maga gentil y seductora

Que hechizas con acento nunca oïdo:

¿La alondra fuiste del Eden perdido,

Nuncio feliz de la primer aurora?

Al dulce arpegio de tu voz, señora,

El corazón suspende su latido,

Y de sublime admiración rendido

Queda á tus plantas el que al arte adora.

¡Feliz quien logra de tu voz divina

Disfrutar una vez, cuando te inflama

La excelsa inspiración que en tí fascina!

Del canto reina el orbe te proclama,

Y tu nombre repiten, Adelina,

Los ecos sonorosos de la Fama.