LA CAIDA DE LAS HOJAS

Cayendo están las hojas; por el suelo

Las arrastra impetuoso torbellino;

Perdió la selva su esplendor divino,

Sus nubes de oro nuestro limpio cielo.

En las ramas del árbol no su duelo

Lamenta el ave en armonioso trino,

Ni halla sombra el viandante en su camino,

Ni hay para el pecho bienhechor consuelo.

Tristeza nada más! el alma mía

Al ver marchitas las hermosas flores

Que grata primavera ayer vestía,

Recuerda que así pasan los amores

Dejando solo la memoria impía

Del goce disfrutado en dias mejores.