ÍO
¡Ay! ¡ay! convulsión súbita
De nuevo me arrebata;
Mi mente se enloquece
Furiosa e inflamada;
El tábano me punza,
Se agitan mis entrañas;
Los ojos ya sin rumbo
Se retuercen y vagan;
Me lanzo a la carrera,
Frenética de rabia.
La lengua no obedece;
Mis confusas palabras
Estréllanse en las ondas
De mi horrenda desgracia.