Escena VI

Mariposa, Curianito el Nene y Curianas Guardianas.

La otra Curianita da varias vueltas por la escena. Aparece Curianito el Nene, pintado graciosamente de amarillo. Trae una cara afligida.

CURIANITO.— (Declamatoriamente.)
Las hojas y las flores
Se marchitan.
Yo tenía el silencio
De la mañana.

CURIANITA CAMPESINA.— (Irritada.)
(Ya tenemos aquí
Lo que nos hace falta.)
Se ha pintado con polen de azucena
Por enamorarla.

CURIANITO.— Era el tiempo dichoso de mis versos tranquilos,
Pero a mi puerta un hada
Ha llegado vestida de nieve transparente
Para quitarme el alma.
¿Qué haré sobre estos prados sin amor y sin besos?
¿Me arrojaré a las aguas?
Pero pienso en el mundo con que mi madre sueña,
Un mundo de alegría más allá de esas ramas,
Lleno de ruiseñores y de prados inmensos,
El mundo del rocío
Donde el amor no acaba.
¿Y si San Cucaracho no existiera? ¿Qué objeto
Tendría mi amargura fatal? Sobre las ramas,
¿No vela por nosotros aquel que nos hiciera
Superiores a todo lo creado?

CURIANITA CAMPESINA.— ¡Qué lástima!
¡Definitivamente está loco del todo!
¡Pobre Doña Curiana!

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