Soledad

Homenaje a Fray Luis de León



Difícil delgadez:
¿Busca el mundo una blanca,
total, perenne ausencia?
-Jorge Guillén

Soledad pensativa

sobre piedra y rosal, muerte y desvelo

donde libre y cautiva,

fija en su blanco vuelo,

canta la luz herida por el hielo.

Soledad con el estilo

de silencio sin fin y arquitectura,

donde la planta en vilo

del ave en la espesura

no consigue clavar tu carne oscura.

En ti dejo olvidada

la frenética lluvia de mis venas,

mi cintura cuajada:

y rompiendo cadenas,

rosa débil seré por las arenas.

Rosa de mi desnudo

sobre paños de cal y sordo fuego,

cuando roto ya el nudo,

limpio de luna, y ciego,

cruce tus finas ondas de sosiego.

En la curva del río

el doble cisne su blancura canta.

Húmeda voz sin frío

fluye de su garganta,

y por los juncos rueda y se levanta.

Con su rosa de harina

niño desnudo mide la ribera,

mientras el bosque afina

su música primera

en rumor de cristales y madera.

Coros de siemprevivas

giran locos pidiendo eternidades.

Sus señas expresivas

hieren las dos mitades

del mapa que rezuma soledades.

El arpa y su lamento

prendido en nervios de metal dorado,

tanto dulce instrumento

resonante o delgado,

buscan ¡oh soledad! tu reino helado.

Mientras tú, inaccesible

para la verde lepra del sonido,

no hay altura posible

ni labio conocido

por donde llegue a ti nuestro gemido.



1928