Añadían los sacerdotes que, vuelto Sesostris de sus conquistas con gran comitiva de prisioneros traídos de las provincias subyugadas, fue hospedado en Dafnes de Pelusio por un hermano encargado en su ausencia del gobierno del Egipto, quien durante el convite que daba como huéspedes a Sesostris y a sus hijos, mandó rodear de leña el exterior de la casa, y luego de amontonada se le diese fuego. Entendiendo Sesostris lo que se hacía, y consultando con su mujer, a quien llevaba siempre en su compañía, lo que en lance tan apretado debía hacerse, recibió de ella el consejo de arrojar a la hoguera dos de los seis hijos que allí tenía y formar con ellos un puente por el cual saliesen los demás salvos de aquel incendio; consejo que resolvió poner por obra, logrando salvarse con la pérdida de dos hijos, con los demás de la compañía.