Entre otras novedades no mucho después de dicha cura, sucedió un incidente de consideración a la princesa Atosa, hija de Ciro y esposa de Darío, a la cual se le formó en los pechos un tumor que una vez abierto se convirtió en llaga, la cual iba tomando incremento. Mientras el mal no fue mucho, la princesa lo ocultaba por rubor sin hablar palabra; mas cuando vio que se hacía de consideración se resolvió llamar a Democedes y hacer que lo viese. El médico le dio palabra de que sin falta la curaría, pero con pacto y condición de que la princesa jurase hacerle una gracia que él quería suplicarle, asegurándole de antemano que nada le pediría de que ella pudiera avergonzarse.