CLIX

Durante el tiempo de la vida de Bato, el conductor de la colonia, que reinó 40 años, y el de Arcesilao su hijo, que reinó 16, se mantuvieron allí los Cireneos tantos en número cuantos al principio de la fundación habían sido a ella destinados. Pero en tiempo del tercer rey, llamado Bato el Feliz, la Pitia con sus oráculos movió a todos los griegos a navegar a Libia para incorporarse en la colonia de los Cireneos que les convidaban con la repartición de las posesiones y campos. El oráculo que profirió fue el siguiente: Quien al reparto de la fértil Libia tarde acuda, no poco ha de pesarle. El efecto fue, que se juntó en Cirene mucho griego; pero viendo los Libios circunvecinos que se les iba cercenando mucho el terreno, y no pudiendo sufrir Adieran, que este era el nombre de su rey, ni el perjuicio de verse privado de aquella comarca, ni la insolencia que con él usaban los Cireneos, por medio de unos enviados al Egipto, se entregaron a sí mismos con todos sus bienes al rey de los egipcios Apries. Juntó éste un numeroso ejército de egipcios, y le hizo marchar a Cirene. Concurrieron armados los Cireneos al lugar llamado Irasa y a la fuente Testa, donde venidos a las manos con los egipcios, quienes no sabiendo por experiencia qué tropa era la Griega la tenía en bajo concepto, los vencieron y derrotaron de manera que pocos pudieron volver sanos a Egipto, cuya pérdida fue la causa de que, irritados por ella los egipcios, se rebelasen contra Apries.

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