CLXVI

Era Ariandes el virrey de Egipto nombrado por Cambises, y andando el tiempo quiso apostárselas con Darío, temeridad que pagó con la cabeza; pues habiendo oído, y visto que Darío quería dejar de sí una memoria sin igual que ningún otro monarca hubiese dejado antes, quiso Ariandes imitarle por su parte, hasta que por esta competencia llevó su merecido. Acuñó Darío una moneda de oro el más puro y acendrado que darse pudiese; y Ariandes el virrey de Egipto hizo otro tanto en una moneda de plata finísima que mandó batir, de donde aún ahora no hay plata más acendrada y pura que la Ariandica. Informado Darío de lo que hacía Ariandes, so color de que se le había sublevado, le hizo morir.

Share on Twitter Share on Facebook