CLXXIX

Corre asimismo la siguiente tradición. Después que Jasón hubo construido su nave Argos a la raíz del monte Pelio, embarcó en ella una hecatombe de cien bueyes y una trípode de bronce, y queriendo ir a Delfos daba la vuelta alrededor del Peloponeso; pero al llegar con su nave cerca de Malea, se levantó un viento Norte que le llevó a la Libia. No había aun descubierto tierra, cuando se vio metido en los bajíos de la laguna Tritónida. Allí, como no hallase camino ni medio para salir, se dice que apareciéndole Triton le pidió que le diese aquella trípode, prometiéndole en pago mostrarle paso para la salida y sacarle sin pérdida alguna. Habiendo venido en ello Jasón, logró por este medio que Triton le mostrase por donde salir de entre aquellos bancos de arena. El mismo Triton, habiendo puesto aquella trípode en su templo, comenzó desde ella a profetizar y declarar a Jasón y a sus compañeros un gran misterio, a saber: que era una disposición totalmente inevitable del hado, que cuando alguno de los descendientes de aquellos Argonautas llevase la trípode, entonces hubiese alrededor de la laguna Tritónida cien ciudades griegas. Venido este oráculo a noticia de los naturales de Libia, fue ocasión para que escondiesen la trípode.

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