Los nómadas en la Libia hacen del siguiente modo sus sacrificios: ante todo cortan como primicias del sacrificio la oreja de la víctima y la arrojan sobre su casa; después de esta ceremonia hácenle volver hacia atrás la cerviz. El sol y la luna son las únicas deidades a quienes ofrecen sacrificio todos los Libios, aunque los que viven en los contornos de la laguna Tritónida sacrifican también a Minerva con mucha particularidad, y en segundo lugar a Triton y a Neptuno.