Con estos confinan los Gizantes, en cuyo país, además de la mucha miel que hacen las abejas, es fama que los hombres la labran aun en mayor copia con ciertos ingenios o artificios. Todos los Gizantes se pulen tiñéndose de bermellón. Comen la carne de los monos, de los cuales hay en aquellos montes grandísimos rebaños.