Cerca del país de dichos Gizantes, según cuentan los cartagineses, está la isla Ciraunis, de 206 estadios de largo, pero muy angosta, a la cual se puede pasar desde el continente. Muchos olivos hay en ella y muchas vides, y se halla en la misma una laguna tal, que de su fondo sacan granitos de oro las doncellas del país, pescándolos y recogiéndolos con plumas de ave untadas con pez. No salgo fiador de la verdad de lo que se dice, solamente lo refiero; aunque puede muy bien suceder, pues yo mismo he visto cómo en Zacinto se saca del agua la pez en cierta laguna. Hay, pues, una laguna entre otras muchas de Zacinto, y la mayor de todas, que cuenta por todas partes 60 pies de extensión, y tiene de hondo hasta dos orgias: dentro de ella meten un chuzo, a cuya punta va atado un ramo de arrayán; apégase al amo la pez, la cual sacada así huele a betún, y en todo lo demás hace ventaja a la pez Pieria. Al lado de la laguna abren un hoyo, donde van derramando la pez que, recogida ya en gran cantidad, sacan del hoyo y la ponen en unos cántaros. Todo lo que cayere en esta laguna va al cabo pasando por debajo de tierra a salir al mar, distante de ella cosa de cuatro estadios. Esto digo para que se vea que no carece de probabilidad lo que se cuenta de la isla que hay en Libia.