El género de muerte es el siguiente: llenan un carro de haces de leña menuda; atan al yugo los bueyes; luego meten en medio de los haces a los adivinos con prisiones en los pies, con las manos atadas atrás y con mordazas en la boca; pegan fuego a la fagina, y espantando a gritos a los bueyes, les hacen que corran. Sucede que muchos de los bueyes quedan abrasados en compañía de los falsos profetas, pero muchos otros, cuando la lanza del carro se acaba de abrasar, escapan vivos, aunque bien chamuscados. Del mismo modo queman también vivos por otros delitos a sus adivinos, llamándolos falsos.