LXXXIII

No obstante de haberse recogido entonces tan grandioso botín, algunos de los de Platea hallaron después en dichos reales bolsas y talegos llenos de oro y plata y de otros objetos preciosos. Cuando aquellos cadáveres estuvieron ya secos y descarnados, al tiempo que los platenses acarreaban sus huesos a un mismo sitio, observóse una cosa bien extraña, cual fue, ver una calavera toda sólida, de un solo hueso y sin costura alguna: ni lo fue menos una quijada allí aparecida, la que en la parte de arriba y la de abajo, aunque presentaba como distintos los dientes y las muelas, eran todos, no obstante, de un solo hueso. También apareció allí un esqueleto de cinco codos.

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