Rendida ya Eretria, interpuestas unos pocos días de descanso, navegaron hacia el Ática, donde, talando toda la campiña, pensaban que los atenienses harían lo mismo que habían hecho los de Eretria; y habiendo en el Ática un campo muy a propósito para que en él obrase la caballería, al cual llamaban Maratón, lugar el más vecino a Eretria, allí los condujo Hipias, hijo de Pisístrato.