Andando el tiempo, sucedió Demarato en el reino a su difunto padre Ariston, si bien parece ser disposición de los hados que aquel dicho de Ariston, sabido de todos, hubiese al cabo de ser ocasión para que se depusiese del trono a su hijo. De esta mala estrella, según creo, provendría que Demarato se declarase tan contrario a Cleomenes, así antes cuando se retiró desde Eleusina con sus tropas, como entonces cuando Cleomenes se dirigía contra los eginetas declarados partidarios del medo.