LXV

Formado, pues, por Cleomenes el proyecto de vengarse de Demarato, lo primero que hizo para lograrlo fue concertar con Leotiquides, hijo de Menares y nieto de Agis, príncipe de la misma familia que Demarato, que en casó de ser nombrado por rey en lugar de éste, le seguiría sin falta en el viaje que meditaba contra Egina. Quiso además la suerte cabalmente, que fuese Leotiquides por un motivo particular el enemigo mayor que tenía Demarato, porque habiendo aquél contraído esponsales con una señora principal llamada Pércalo, hija de Quilón y nieta de Demarmeno, robóle Demarato maliciosamente dicha esposa, adelantándosele en contraer con ella matrimonio y continuando en tenerla por su mujer, motivo que ocasionó grande odio y enemistad entre Leotiquides y Demarato. Por manejo, pues, de Cleomenes, depone Leotiquides en juicio, con juramento, que no siendo Demarato hijo de Ariston, como no lo era en efecto, no tenía derecho legítimo para reinar en Esparta. Jurada una vez la delación, llevaba adelante la causa, reproduciendo las mismas palabras que Ariston había proferido cuando, avisado por su criado de que le había nacido un hijo, sacada allí mismo la cuenta de los meses de matrimonio, juró que tal hijo no era suyo; de cuyas palabras asiéndose Leotiquides, porfiaba en que no era Demarato hijo de Ariston, y que no siéndolo, no reinaba en Esparta legítimamente; en prueba de todo lo cual citaba por testigos a los mismos Eforos, que hallándose entonces en una junta con Ariston, de boca de éste lo habían oído.

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