XI

Juntos ya en Lada los jonios, empezaron desde luego sus asambleas, en las cuales uno de los muchos oradores que hablaban en público, fue el general de los focenses llamado Dionisio, que así les arengó: —«La balanza está ya al caer, jonios míos; anda en ella suspensa nuestra suerte, y de su caída dependerá el que nosotros quedemos independientes y libres, o que nos veamos tratados como esclavos, y como esclavos fugitivos. Si queréis, pues, al presente poneros en movimiento por un poco de tiempo, será necesaria de contado alguna mayor molestia, pero el fruto de vuestro breve trabajo será sin duda la victoria del enemigo, y el premio de la victoria vuestra libertad. Pero si en esta ocasión queréis economizaros demasiado, viviendo sin orden y a vuestras anchuras, en verdad os digo que no espero hallar medio alguno, ni aun alcanzo cuál pudiera darse para librarnos después de las garras del rey y de la pena debida a unos rebeldes. Esto no, amigos, nunca; creedme mejor a mí, teniendo por bien dejaros en mis manos; que yo con el favor del cielo os aseguro en tal caso una de dos, o que el enemigo no osará entrar en batalla con vosotros, o que si entra saldrá muy descalabrado y roto.

Share on Twitter Share on Facebook