Prevenidos por los persas los tiranos de la Jonia, luego que vino la noche envió cada uno de ellos a sus antiguos vasallos quien de su parte con el referido aviso les solicitase a separarse. Pero los jonios, a cuyos oídos llegó aquella prevención, persuadidos de que a ellos solos y no a los demás pueblos de la liga la dirigían los persas, mirando la cosa con desprecio no se movían a consentir en la traición propuesta. Esto fue lo primero que intentaron los persas llegados a Mileto.