No faltan griegos que en confirmación de lo referido cuentan otra historia, que pasó muchos años después, de esta manera: Dicen que sucedió hallarse en Susa la Memnonia los embajadores de Atenas, Calias, el hijo de Hipomonico, y los que en su compañía habían subido a aquella corte encargados de un negocio diferente del que traían otros embajadores enviados allí por los de Argos; que éstos preguntaron a Artajerjes, hijo y sucesor de Jerjes, si subsistía aun en su vigor la paz y amistad que tenían ellos concertada con Jerjes, o si les miraba ya como enemigos, y que les respondió el rey Artajerjes que en verdad quedaba el tratado en su vigor, y tanto que a ninguna ciudad miraba él por más amiga de la corona que a la de Argos.