No obstante lo dicho, es fama entre los vecinos de Sicilia, que se hubiera Gelón vencido a sí mismo, a pesar de la repugnancia que sentía en tener que obedecer a los lacedemonios, dando socorro a los griegos, si por aquel mismo tiempo no hubiera querido la fortuna que el tirano de Himera Terilo, hijo de Crinipo, arrojado antes de ella por el señor de los Agrigentinos, Teron, el hijo de Enesidemo, condujese a Sicilia un ejército de trescientos mil combatientes, compuesto de fenicios, Libios, Españoles, Genoveses, Helísicos, Sardos y Corsos, a cuya frente venía Amílcar, hijo de Hanon, rey o general de los cartagineses. Había Terilo logrado el juntar tan poderoso ejército, valiéndose así de la alianza y amistad que con Amílcar tenía, como principalmente del favor y empeño de Anaxilao, hijo de Cretines y señor de Regio, quien no había dudado en dar sus mismos hijos en rehenes a Amílcar, con la mira de vengar la injuria hecha a Terilo su suegro, con cuya hija, llamada Cidipe, había casado Anaxilao. Con esto, pues, quieren decir que no pudiendo Gelón socorrer a los griegos, resolvióse enviar a Delfos aquel dinero.