CXC

En aquel contratiempo acaecido a los bárbaros, los que más cortos andan no bajan de 400 las naves que dicen haberse perdido allí, y con ellas un número infinito de gente, y una inmensidad de dinero y de cosas de valor. Aquel naufragio, en efecto, fue una mina de oro para un ciudadano de Magnesia llamado Aminocles, hijo de Cretino, que tenía en Sepiada una posesión, pues en algún tiempo recogió allí mucho vaso de oro y mucho asimismo de plata; allí encontró tesoros de los persas, allí logró infinitas preciosidades y alhajas de oro, de suerte que no siendo por otra parte hombre afortunado, vino a ser muy rico con tanto hallazgo; pero con el dolor y pena de ver muertos desastradamente a sus hijos.

Share on Twitter Share on Facebook