Los pueblos que le prestaron vasallaje fueros los tésalos, los dólopes, los enienes, los perrebos, los maquesianos, los melienses, los aqueos de Pitia, los tebanos con los demás beocios, exceptuando los tespienses y los platenses. Los otros griegos, empeñados en hacer la guerra al bárbaro, hicieron un tratado, solemnemente juramentados contra los que se entregaron, que la décima parte de los bienes de todo pueblo griego que, sin verse a ello precisado de su voluntad se hubiese entregado al persa, sería confiscada después de verse la Grecia fuera ya de aquel apremio, y sería consagrada en Delfos al dios Apolo. En estos términos estaba concebido el juramento de los griegos.