XIV

Otra vez en la noche próxima aconteció a Jerjes en cama aquel mismo sueño, hablándole en estos términos: —«Vos, hijo de Darío, parece que habéis retirado ya la orden dada para la jornada de los persas, no contando más con mis palabras que si nadie os las hubiera dicho. Pues ahora os aseguro, y de ello no dudéis, que si luego no emprendéis la expedición, os va a suceder en castigo que tan en breve como habéis llegado a ser un grande y poderoso soberano, vendréis a parar en hombre humilde y despreciable.»

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