Es de saber que los de Eubea, no contando con un oráculo de Bacis, como si nada dijese, ni habían cuidado de sacar nada de su casa ni de introducirlo, considerando que estaban en vísperas de una guerra, y con esto habían dejado sus cosas expuestas a una total perdición y ruina. Y decía en este punto el oráculo de Bacis: Cuando el bárbaro imponga al mar yugo de biblo, harás que balen tus cabras lejos de Eubea. Como los de Eubea, pues, en nada se hubiesen aprovechado de tales versos, ni en medio de las calamidades que ya padecían, ni con el miedo de las que les amenazaban, aguardábales sin duda la última miseria y desastre.