Capítulo 36

Trata de estas palabras del Paternóster: Dimitte nobis debita nostra

1. Pues viendo nuestro buen Maestro que con este manjar celestial todo nos es fácil -si no es por nuestra culpa-, y que podemos cumplir muy bien lo que hemos dicho al Padre de que se cumpla en nosotros su voluntad, le dice ahora que nos perdone nuestras deudas, pues perdonamos nosotros. Y así, prosiguiendo en la oración que nos enseña, dice estas palabras: Y perdónanos, Señor, nuestras deudas, así como nosotros las perdonamos a nuestros deudores.

2. Miremos, hermanas, que no dice como perdonaremos, porque entendamos que quien pide un don tan grande como el pasado y quien ya ha puesto su voluntad en la de Dios, que ya esto ha de estar hecho, y así dice: como nosotros las perdonamos. Así que, quien de veras hubiere dicho esta palabra al Señor: fiat voluntas tua, todo lo ha de tener hecho, con la determinación al menos. Veis aquí cómo los santos se holgaban de las injurias y persecuciones, porque tenían algo que presentar al Señor cuando le pedían. ¿Qué hará una tan pobre como yo, que tan poco ha tenido que perdonar y tanto hay que se me perdone?

Cosa es ésta, hermanas, para que miremos mucho en ella: que una cosa tan grave y de tanta importancia, como que nos perdone nuestro Señor nuestras culpas -que merecían fuego eterno-, se nos perdone con tan baja cosa como es que perdonemos; y aun de esta bajeza tengo tan pocas que ofrecer, que de balde me habéis, Señor, de perdonar. Aquí cabe bien vuestra misericordia. Bendito seáis Vos, que tan pobre me sufrís, que lo que vuestro Hijo dice en nombre de todos, por ser yo tal y tan sin caudal, me he de salir de la cuenta.

3. Mas, Señor mío, ¿si habrá algunas personas que me tengan compañía y no hayan entendido esto? Si las hay, en vuestro nombre les pido yo que se les acuerde de esto y no hagan caso de unas cositas que llaman agravios, que parece hacemos casas de pajitas, como los niños, 131

con estos puntos de honra.

¡Oh, válgame Dios, hermanas, si entendiésemos qué cosa es honra y en qué está perder la honra! Ahora no hablo con nosotras, que harto mal sería no tener ya entendido esto, sino conmigo, el tiempo que me precié de honra sin entender qué cosa era; me iba al hilo de la gente.

¡Oh, de qué cosas me agraviaba, que yo tengo vergüenza ahora! Y no era, pues, de las que mucho miraban en estos puntos; mas erraba en el punto principal, porque no miraba yo ni hacía caso de la honra que tiene algún provecho, porque ésta es la que hace provecho al alma. Y

qué bien dijo quien dijo que «honra y provecho no podían estar juntas», aunque no sé si lo dijo a este propósito. Y es al pie de la letra, porque provecho del alma y esto que llama el mundo honra nunca puede estar junto. ¡Cosa espantosa es qué al revés anda el mundo!

Bendito sea el Señor, que nos sacó de él.

4. Mas mirad, hermanas, que no nos tiene olvidadas el demonio; también inventa sus honras en los monasterios y pone sus leyes, que suben y bajan en dignidades como los del mundo. Los letrados deben de ir por sus letras -que esto no lo sé-, que el que ha llegado a leer teología no ha de bajar a leer filosofía que es un punto de honra que está en que ha de subir y no bajar. Y aun si se lo mandase la obediencia, lo tendría por agravio y habría quien tornase de él, que es afrenta; y luego el demonio descubre razones, que aun en ley de Dios parece lleva razón.

Pues, entre nosotras, la que ha sido priora ha de quedar inhabilitada para otro oficio más bajo; un mirar en la que es más antigua, que esto no se nos olvida, y aun a las veces parece merecemos en ello, porque lo manda la Orden.

5. Cosa es para reír, o para llorar, que lleva más razón. Sí, que no manda la Orden que no tengamos humildad. Manda que haya concierto; mas yo no he de estar tan concertada en cosas de mi estima, que tenga tanto cuidado en este punto de Orden como de otras cosas de ella, que por ventura guardaremos imperfectamente; no esté toda nuestra perfección de guardarla en esto; otras lo mirarán por mí, si yo me descuido. Es el caso que, como somos más inclinadas a subir -

Share on Twitter Share on Facebook