PAUTA

PARA LA COLOCACIÓN DE LAS LÁMINAS

  PÁGINAS
El Todopoderoso le arrojó de la etérea bóveda. 6
Enderézase de pronto sobre el lago, mostrando su poderoso cuerpo. 10
Oyéronle, y avergonzados, se levantaron. 12
Intiman el llamamiento a los más dignos por su clase. 22
Así en innumerable muchedumbre revoloteaban bajo la bóveda del infierno. 23
Sobre un trono de excelsa majestad, muy superior en esplendidez. 25
Todos los seres imperfectos, verdaderos abortos y monstruos. 38
Delante de ellas, a uno y otro lado, estaban sentadas. 39
Y con cabeza, manos, alas y pies, se sumerge, fluctúa y se arrastra. 45
Al compás de los himnos y hossanas que resonaban. 56
Revolotea todo ello por los espacios ilimitados. 59
Se lanzó a la costa inferior de la tierra desde la Eclíptica. 64
¡Ah miserable! ¿Por dónde huiré de aquella cólera sin fin? 67
Iba, pues, pensativo y lentamente subiendo Satán. 69
Mansión campestre y encantadora. 70
De la corteza de los frutos hacían vasos para apagar la sed. 72
Con esta promesa, volvió Uriel a su región. 77
Los dos ángeles se encaminaban en busca de su enemigo. 82
No esperó más, y huyó lanzando denuestos. 86
Incorporose para fijar mejor su mirada en aquella hermosura. 87
A la parte de oriente, entre los árboles y caminando en esta dirección. 94
Y el divino mensajero repuso: «Hay, Adán, un Ser omnipotente». 97
Reciba tu arrogancia estas albricias con que te saludo. 111
Levantose horrendo clamoreo, cual nunca se había oído en el cielo. 111
Por primera vez sintió Satán el dolor. 114
La noche entre tanto comenzó su curso. 115
Miguel y sus ángeles permanecieron en el campo de batalla. 116
Y cayeron ángeles y arcángeles a millares, revueltos entre sí. 119
Por fin abrió el infierno su boca, los tragó a todos y volvió a cerrarla. 125
Así se precipitan una tras otra las olas. 133
Y dijo el Señor: «Que las aguas produzcan reptiles». 135
Y se asemeja a una flotante playa. 136
En las orillas de las aguas salen bandadas de avecillas. 136
Estableciéndose y viviendo en parejas entre los árboles. 136
Y de esta suerte se separaron en la umbría floresta. 154
¡Oh Tierra! Cuán semejante eres al cielo. 157
En el río se hundió Satán y volvió a salir. 157
Pronto la encontró profundamente dormida y enroscada. 159
Ocultose el perverso reptil en la espesura del bosque. 172
Y no solo acudieron las lágrimas a sus ojos. 179
Oyeron los culpables la voz de Dios, y hombre y mujer huyeron. 184
Volvió al sitio en que los dos cónyuges discurrían sobre su suerte. 189
Aguardando de hora en hora a su aventurero caudillo. 192
Horrible fue la silba que se desató por todos los ámbitos del salón. 193
Dicho esto, se separaron, tomando cada cual diverso camino. 196
Las cohortes angélicas descendían al Paraíso. 212
Cortando altos troncos de la montaña, comenzó a construir una nave. 224
Las olas habían sepultado ya las demás viviendas. 225
Le pedirán que les manifieste su voluntad por boca de Moisés. 235
Arrasáronseles en lágrimas los ojos. 243

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