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Aquí se detuvo Zaratustra un rato, y miró amorosamente a sus discípulos. Luego continuó hablando así, y su voz había cambiado: ¡Permaneced fieles a la tierra, hermanos míos, con el poder de vuestra virtud! ¡Que vuestro amor dadivoso y vuestro conocimiento se dediquen al sentido de la tierra! Así os ruego y conjuro.

¡Que no se aleje de lo terrenal y golpee con sus alas los muros eternos! ¡Ah, siempre ha habido tanta virtud que se escapa!

Lleva, como yo, la virtud desbordada de vuelta a la tierra, sí, de vuelta al cuerpo y a la vida: ¡para que dé a la tierra su sentido, un sentido humano!

Hasta ahora, el espíritu y la virtud han volado y se han desviado. Por desgracia, en nuestro cuerpo sigue existiendo todo este engaño y esta confusión: el cuerpo y la voluntad se han convertido en eso.

Hasta ahora, el espíritu y la virtud han intentado, y se han equivocado, cientos de veces. Sí, un intento ha sido el hombre. ¡Ay, cuánta ignorancia y error ha encarnado en nosotros!

No sólo la racionalidad de los milenios -también su locura- irrumpe en nosotros. Peligroso es ser un heredero.

Aún así, luchamos paso a paso con el gigante Azar, y sobre toda la humanidad rige hasta ahora el sinsentido, la falta de sentido.

Que vuestro espíritu y vuestra virtud se consagren al sentido de la tierra, hermanos míos: ¡que el valor de todo sea determinado de nuevo por vosotros! ¡Por eso seréis luchadores! ¡Por eso seréis creadores!

Inteligentemente el cuerpo se purifica; intentando con la inteligencia exaltarse; para los discernidores todos los impulsos se santifican; para los exaltados el alma se vuelve alegre.

Médico, cúrate a ti mismo: entonces también curarás a tu paciente. Que su mejor cura sea ver con sus ojos al que se cura a sí mismo.

Hay mil caminos que aún no se han pisado; mil salubridades e islas ocultas de la vida. El hombre y el mundo del hombre están aún por descubrir.

¡Despierta y escucha, tú que estás solo! Del futuro vienen vientos con alas sigilosas, y a los oídos sutiles se proclaman buenas noticias.

Los que hoy estáis solos, los que os retiráis, un día seréis un pueblo: de vosotros, que os habéis elegido, surgirá un pueblo elegido:- y de ellos, el Superhombre.

La tierra se convertirá en un lugar de curación. Y ya hay una nueva fragancia que la rodea, una fragancia que trae la salvación, y una nueva esperanza.

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