Si soy un adivino y estoy lleno del espíritu adivinatorio que vaga por las altas crestas de las montañas, entre dos mares, -
Vaga entre el pasado y el futuro como una pesada nube- hostil a las llanuras sofocantes, y a todo lo que está cansado y no puede morir ni vivir:
Preparado pararelámpago en su oscuro seno, y para elrelámpago redentor, cargado de relámpagos que dicen ¡Si! que ríen ¡Si! preparado para los relámpagos adivinadores:-
-¡Bendito sea, sin embargo, el que así se le imputa! Y, en verdad, por mucho tiempo debe colgar como una pesada tempestad en la montaña, quien un día encenderá la luz del futuro.
Oh, ¿cómo no voy a estar ardiente por la Eternidad y por el anillo de los anillos, el anillo del retorno?
Nunca he encontrado a la mujer por la que quisiera tener hijos, si no es esta mujer a la que amo: ¡porque te amo, oh Eternidad!
Porque te amo, oh Eternidad.