Si soy aficionado al mar, y a todo lo que es del mar, y más aficionado a él cuando me contradice airadamente:
Si el deleite explorador está en mí, que impulsa las velas a lo no descubierto, si el deleite del marino está en mi deleite:
Si alguna vez mi regocijo ha gritado: "La orilla se ha desvanecido, - ahora ha caído de mí la última cadena-
Los rugidos ilimitados que me rodean, lejanos chispean para mí el espacio y el tiempo,- ¡bueno! ¡anímate! viejo corazón"-.
Oh, ¿cómo no voy a estar ardiente por la Eternidad, y por el anillo de los anillos, el anillo del retorno?
Nunca he encontrado a la mujer por la que quisiera tener hijos, si no es esta mujer a la que amo: ¡porque te amo, oh Eternidad!
Porque te amo, oh Eternidad.