¡Creadores, hombres superiores! Una sólo está embarazada de su propio hijo.
No os dejéis imponer ni poner. ¿Quién es entonces vuestro prójimo? Aunque actuéis "para vuestro prójimo", no creáis para él.
Desaprended, os ruego, este "para", creadores: vuestra misma virtud desea que no tengáis nada que ver con "para" y "a causa de" y "porque". Contra estas falsas palabritas debéis tapar vuestros oídos.
"Para el prójimo", es la virtud sólo del pueblo mezquino: allí se dice "semejante y semejante", y "la mano lava la mano":- ¡no tienen ni el derecho ni el poder para su egoísmo!
En vuestra búsqueda de sí mismos, creadores, está la previsión y la previsión de lo preñado. Lo que el ojo de nadie ha visto aún, es decir, el fruto, esto alberga y salva y alimenta todo vuestro amor.
¡Donde está todo tu amor, es decir, con tu hijo, allí está también toda tu virtud! Tu trabajo, tu voluntad es tu "prójimo": ¡que no se impongan falsos valores!