4.

¿Tenéis valor, oh hermanos míos? ¿Tenéis valor? ¿No el valor ante los testigos, sino el valor de ermitaño y de águila, que ni siquiera un Dios contempla ya?

A las almas frías, a las mulas, a los ciegos y a los borrachos, no los llamo de corazón robusto. Tiene corazón quien conoce el miedo, pero lo vence; quien ve el abismo, pero con orgullo.

El que ve el abismo, pero con ojos de águila,- el que con garras de águila agarra el abismo: tiene valor.-

 

Share on Twitter Share on Facebook