3.

Y una vez más comenzó a hablar Zaratustra. "Oh, mis nuevos amigos", dijo, "ustedes, extraños, hombres superiores, qué bien me complacen ahora, -

-¡Ya que habéis vuelto a ser alegres! En verdad, todos habéis florecido: me parece que para flores como vosotras se necesitan nuevos festivales.

-Un poco de tontería valiente, algún servicio divino y fiesta del culo, algún viejo tonto alegre de Zaratustra, algún bravucón para hacer brillar vuestras almas.¡No olvidéis esta noche y esta fiesta del culo, hombres superiores! Eso lo creasteis cuando estabais conmigo, eso lo tomo como un buen presagio,- ¡esas cosas sólo las crean los convalecientes!

Y si volvéis a celebrar esta fiesta del culo, hacedlo por amor a vosotros mismos, ¡hacedlo también por amor a mí! Y en recuerdo de mí".

 

Así habló Zaratustra.

Share on Twitter Share on Facebook