Me lleva lejos, mi alma baila. ¡Trabajo del día! ¡El trabajo del día! ¿Quién va a ser el amo del mundo?
La luna está fresca, el viento está quieto. ¡Ah! ¡Ah! ¿Ya has volado lo suficientemente alto? Has bailado: una pierna, sin embargo, no es un ala.
Vosotros, buenos bailarines, ahora se ha acabado todo el deleite: el vino se ha convertido en lías, cada copa se ha vuelto quebradiza, los sepulcros murmuran.
No has volado lo suficientemente alto: ahora murmuran los sepulcros: "¡Liberad a los muertos! ¿Por qué es tan larga la noche? ¿No nos embriaga la luna?"
¡Hombres superiores, liberad los sepulcros, despertad los cadáveres! Ah, ¿por qué el gusano sigue cavando? Se acerca, se acerca, la hora,-
-Allí retumba la campana del reloj, allí se estremece aún el corazón, allí escarba aún la carcoma del bosque, la carcoma del corazón. ¡Ah! ¡Ah! ¡El mundo es profundo!